Una victoria en el camino

Un día para el partido que puede marcar un antes y un después en la UD Almería. No es una final, no se salvará el equipo ganando ni se acabará el mundo si pierde, pero sí es necesaria una reacción en forma de resultado positivo. ¿Cómo se llega a esto?, la primera llave la tiene el entrenador.

Si Rubi fue capaz de llevar al club a Primera siete años después también debe demostrar su capacidad para sacar a la plantilla de una situación delicada. Más allá de la planificación, de la salida de su estrella el último día o la juventud del vestuario, este reto tiene que motivar al catalán. “Conozco la categoría”, apuntó tras caer 4-0 en San Mamés. No hay mejor escenario para demostrarlo que mañana en casa frente al Rayo Vallecano. El míster rojiblanco también se juega mucho.

Plantilla
No es la del Athletic, Villarreal, Real Betis o Real Sociedad, pero no por ello hay que dejar de exigirle. Muchos deportistas cumplieron el 29 de mayo el sueño de poder dar el salto a la cima del fútbol. Los Fernando, Babic, Samú, Robertone, Eguaras, Ramazani... tienen que cambiar el chip y no solo ellos, sino todo el vestuario. Disfrutar en el campo siempre acercará el triunfo o, en caso de empatar o caer, dejará la sensación de un trabajo bien hecho. Al equipo no se le ve suelto en el campo, le cuesta conectar y generar oportunidades. En San Mamés se podía perder por la capacidad del rival, pero no entregando la cuchara con el primer gol en el diez.

Ya no vale la excusa de la falta de tiempo o la juventud del equipo. Cuando llegue la jornada 38 el fútbol colocará a cada club en el lugar que le corresponde y el Almería cuenta con materia prima para, al menos, pedirle un poco más y hablarle cara a cara al Rayo Vallecano. 

Precisamente el conjunto madrileño es el claro ejemplo de la constancia. Sufrió accidentes como el del Mallorca (0-2), pero también apretó en San Mamés al Athletic (3-2). La insistencia llevó al próximo adversario rojiblanco a la victoria el pasado lunes ante el Elche.

Grada
A la afición le da igual el sistema, la alineación o si el Almería tira veinte corners. El seguidor que acuda al Estadio o lo siga desde casa quiere ver competir y ganar a su equipo. Adivinar las intenciones de Rubi con la alineación es casi imposible porque suele rotar cada semana, aunque sí se le pide más regularidad y verticalidad en el juego. 

Ha llegado el momento en el que no se le puede exigir nada al público rojiblanco. Ha aguantado cuatro derrotas consecutivas sin casi oportunidades de gol, mal juego y ahora ve a su club en zona de descenso. El primer paso lo debe dar el equipo con un planteamiento valiente, ofensivo dentro de un orden. El Mediterráneo es de mecha corta y con poco se viene arriba. Si hay un día para reaccionar y olvidar la crisis de resultados es mañana a las 14:00 horas.