El secreto está en la mentalidad

Un Almería que pasa del océano de las dudas a arrasar como local

Lázaro celebrando con rabia el gol que daba el empate a los rojiblancos ante el Celta.
Lázaro celebrando con rabia el gol que daba el empate a los rojiblancos ante el Celta. Juan Sánchez
Carlos Miralles
14:36 • 30 oct. 2022

La juventud tiene sus pros y sus contras en un equipo profesional. Ese desparpajo y ausencia de miedo cuando se salta al campo también puede provocar errores de inexperiencia o cree que por ser titular ya nadie te va a bajar del once. La UD Almería viene de ser subir como campeón de Segunda y muchos de sus integrantes tocaron por primera vez la elite del fútbol. Pero si ya es complicado llegar, más lo es mantenerse, encontrar una regularidad enfrentándote a los mejores.



Los rojiblancos aprovecharon la inercia ganadora del ascenso para apretar al Real Madrid y ganar al Sevilla para conseguir cuatro puntos de nueve. Era un inicio más que aceptable. El mercado y la marcha de Sadiq cambiaron el paso al cuerpo técnico y la plantilla hasta tal punto de que el barco se perdió en el océano de las dudas y resultados pésimos con cuatro derrotas seguidas, siendo la más cruel la de San Mamés donde entregaron la cuchara a las primeras de cambio.



Ahí Rubi dijo basta. El Almería navegaba con cuatro puntos, cayó al descenso e hizo entender a todos que Primera es un regalo, que no hay intocables, que uno solo no puede ganar un partido. 



Cambio
El verbo, las conversaciones entre técnico y futbolistas ayudan, aunque más lo hace una victoria, y después del Almería-Rayo los rojiblancos despegaron y volvieron a creer. Eso sí, faltaba regularidad y el equipo se caía con asiduidad con los cambios. ¿Era un problema físico, mental, de la propia calidad de los protagonistas?. La respuesta no la tuvo que dar el entrenador, sino el mismo Almería. Pozo, Lázaro, Sousa, Eguaras y Ramazani fueron los cambios ante el Celta y pese a que el rival jugaba en inferioridad se encontró con cinco futbolistas enchufados, conectados, que entendieron su papel para hacer mejor al Almería y guiarlo hacia el triunfo. “Los cambios no son un castigo”, recordaba Rubi en sala de prensa.



Todo en la vida requiere de tiempo y para los Ramazani, Samú, Portillo y compañía nunca es fácil aceptar el giro de guion siendo indiscutible hace solo unos meses para pasar al banquillo. A los titulares les vendrá bien saber que el banquillo ha apretado al fin el acelerador y a los suplentes que Rubi no regala los minutos.



Un claro ejemplo es el de Samú Costa, incluso también Largie Ramazani, que eran intocables al inicio de temporada y ahora son suplentes. De ellos depende el aceptar que su momento volverá y tienen que convencer a su entrenador. La remontada contra el Celta fue posible primero por la mentalidad para no caer en nerviosismos y después por la aportación de los cambios.



Disciplina
Al cuerpo técnico no le viene grande porque en Segunda ya consiguieron tener a todo el grupo conectado para conseguir el ascenso. En Primera será un poco distinto porque habrá que convivir con una temporada en la que habrá más derrotas que victorias por el nivel de los equipos. Dentro de ese ‘egoísmo’ normal de querer jugar siempre, el Almería quiere enchufar a todos sus profesionales.




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