La afición dio una lección de fidelidad

Tebas y sus secuaces, entendido el adjetivo como aquellos que siguen la doctrina u opinión de otro, siguen teniendo un trato injusto con el Almería en las dos armas que tienen para perjudicar a nuestro equipo.

Primero en el límite salarial no admitiendo contratos publicitarios debidamente documentados y avalados que supondrían la llegada de capital de fuera a nuestro fútbol para hacerlo mejor y recuperar la hegemonía perdida en Europa. En segundo lugar poniendo unos horarios leoninos para los partidos de casa.

Los límites salariales se pusieron para que los clubes no gastaran más de lo que tenían, pero no para que no les dejaran tener más, que es lo que está haciendo el impresentable de Tebas con el Almería y con la publicidad que llega allende nuestras fronteras nacionales.

Pero la afición está de diez, no se está dejando intimidar y partido tras partido, aunque sea con el horario más desfavorable, más de once mil fieles acuden al Estadio de los Juegos Mediterráneos para ayudar a su equipo. Incluso podrían haber sido más si se hubiera permitido la inscripción de nuevos abonados para esta temporada. Chapeau para la fiel hinchada.