Punto en boca

El empate en Valencia en un partido de locos da para mucho pero dame pan y dime tonto porque al final cuenta el punto conseguido y cuando el Almería suma: punto en boca.

Podemos hablar de errores en defensa y de salir a merced del rival como elogiar la valentía del equipo en la recta final del partido pero todo ello no va a la clasificación.

El equipo se ha adaptado a la categoría y va recibiendo lecciones a golpe de garrotazo limpio para crecer y en ello están jugadores y entrenador. Falta algo más pero...

Lo que queda

Cuando suma el Almería paso página. Lo tengo claro porque entiendo el juego del fútbol como una matemática pura y dura. No me han gustado nunca los pasesitos y las posturitas. Paso de las estadísticas y me centro en el jamón: los puntos.

Si salía del Franco Navarro cuando era socio de la A. D. Almería con una victoria era el Rey del Mambo y si se había sumado un punto torcía la cara pero ante la derrotas no había consuelo. Al final solo valen los puntos.

Lo que se vende

El entrenador del Almería suele tirar de adornos y tras empatar en Valencia piropeó al rival cuando todos sabemos que no hay nada que envidiar al Valencia de Gatuso. Nada.

Si al Míster le gusta adornarse es cosa suya pero igual con una salida al partido más valiente el Valencia se hubiera logrado la primera victoria fuera de casa. Lo tengo claro.

Podíamos estar mejor

En esto Melero y yo vamos de la mano porque llevamos en la mochila mucho fútbol de ‘coche’ con largos desplazamientos hablando del antes y el después de los partidos.

Como viejos rockeros somos de la opinión de estar viviendo una angustia innecesaria con la cola a solo dos puntos cuando podíamos estar mirando a Europa y vivir tranquilos.

Los dos apostamos por Rubi pero le pedimos mucho más.

Punto en boca pero no a tanta ‘fatiguita’.