No hay forma. Lo de la UD Almería fuera de casa empieza a convertirse en una batalla perdida. Si se viviera de las sensaciones seguro que el equipo no estaría hablando de una crisis en toda regla lejos del Mediterráneo, pero como esto del fútbol va de puntos siempre hay una fuga que impide sumar de una vez por todas el primer triunfo. No será por ganas, por trabajo diario, ni tampoco por ocasiones, porque los primeros veinte minutos en Vallecas fueron de lo mejor del curso como visitante.
Sin embargo, algo falla. Tres oportunidades clarísimas en ocho minutos que se van al traste, el Rayo sufriendo en la salida de balón y metiendo centros demasiado blandos para Dimitrievski y haciendo internacional a Catena despejando cada llegada. Esa falta de garra, de rabia, de mala uva cerca de la portería rival, se nota y te pasa factura en campos como este.
Incompleto
Así se puede definir lo que hizo el Almería contra el Rayo Vallecano. Bien plantado, apretando a un rival que aspira a todo este año, genera oportunidades clarísimas... y en el momento en el que no consigue su propósito, su meta, que era adelantarse, el subconsciente invita a pensar que la tormenta va a pedir paso más pronto que tarde.
Y así fue. Desaparición total del Almería tras el descanso acentuado con dos errores en seis minutos en los que se le fue totalmente el partido de las manos. Ese es el gran debe de esta plantilla más allá de los puntos que haya sumado lejos de casa: no consigue nunca mantener un mismo nivel de juego y concentración.
Esas desconexiones te pueden dar para sumar en Cádiz y Valencia, por ejemplo, pero no en Vallecas con un Rayo con la flecha hacia arriba y casi sin fisuras, o si las tuvo el Almería no las aprovechó como en el primer tiempo. Hay cosas en la vida que no cambian y después de veinte jornadas hay que fiarlo todo al Mediterráneo, a esa comunión y bienestar del equipo con su gente para asentar la permanencia. No, el Almería no es un desastre como hace unos meses fuera, aunque no le da para ganar de una vez por todas. Toca asumir que la salvación está en casa, y no como la típica coletilla de los entrenadores y los futbolistas. Esa es la pura realidad. Los números hablan por sí solos.
Problemas
La doble cara del Almería en un mismo partido. Básicamente lo que ha venido ocurriendo cuando toca viajar. Primera mitad de saber estar, de ocasiones, y una segunda donde se va incomprensiblemente y encaja dos goles en seis minutos. Uno de córner y otro en un desajuste por pérdida en la salida. Todo a una carta. Todo al Estadio.
FICHA TÉCNICA
RAYO VALLECANO Dimitrievski, Fran García, Catena, Lejeune, Balliu, Comesaña (Unai López, 71’), Óscar Valentín (Salvi, 83’), Trejo (Pathé Ciss, 71’), Andrés (Álvaro, 61’), Isi y Camello (RDT, 83’).
UD ALMERÍA Fernando, Akieme, Babic, Ely, Pozo, Samú Costa, Gonzalo Melero (Lázaro, 84’), Robertone (Portillo, 67’), Leo Baptistao (Dyego Sousa, 75’), Embarba (Arnau, 67’), y Luis Suárez (El Bilal Touré, 67’).
GOLES 1-0, min 54: Rodrigo Ely en propia meta. 2-0, min 63: Álvaro García.
ÁRBITRO Soto Grado.
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