Viaje a Segunda

LA OPINIÓN DEL DÍA: Le toca al director único deportivo buscar soluciones para la UD Almería ya que su entrenador no las tiene a tenor de los números de un equipo en plena descomposición. Rubi no ha dado con la tecla y el equipo afronta un peligroso viaje a ninguna parte.

Te puede meter cuatro goles el Athletic en la Catedral pero nunca un Girona menor en presupuesto que ha colocado su cuenta de tantos sobre el Almería por las nubes después de anotar 6 en Montilivi y dos en el Mediterráneo.

Sin alma
El Almería se ha caracterizado con este entrenador por ser un equipo que lo fía todo a la calidad y al talento sin saber bien si son guerreros o jugones. Todo lo ha tapado Sadiq para el ascenso y en los partidos de play off para los que vino el catalán fue un fiasco con una plantilla para subir con la gorra.

Dice el entrenador que trabajan bien (a puerta cerrada) y que "hicimos un gran trabajo durante el parón". Ya me dirán con un triunfo de 8 posibles y el equipo en caída libre.

No hay mensaje
Lo que debe preocupar más al Almería y su entorno es el mensaje que transmite el entrenador superado por una situación que no controla por mucho que se prodigue en los medios mandando gritos de tranquilidad.

El escudo
Lo malo de la situación es que ahora Rubi carga con la culpa de la derrota en Girona "porque los he llevado al límite para ganar y les he generado presión". Estas palabras dejan claro el momento del Almería con un técnico que no levanta la voz en el vestuario.

Se puede entender que Rubi se quiera llevar bien con el vestuario pero hay jugadores que parecen querer echar a su entrenador y al final lo van a conseguir en este viaje a ninguna parte que nos llevará a Segunda si algo no cambia ya.