Este no es el camino. Decepcionante UD Almería que al menos consigue pescar un punto gracias al salvavidas que le echó Mbaye con un penalti inocente en el descuento. Si Rubi se fue satisfecho con la segunda mitad de Sevilla, el partido ante el Cádiz no lo puede firmar un equipo que busca la permanencia.
Un mar de nervios, sin un patrón de juego, el error garrafal de cada jornada y un poco de corazón para poder puntuar. David Gil, portero del Cádiz, no tuvo que detener un balón en toda la segunda mitad. El Almería no está cómodo, no se le ve con ideas frescas en el campo y cayó de lleno en la trampa del rival. Ritmo bajo y pulsaciones altas, más pendientes de las decisiones arbitrales que de llevar la pelota al área contraria. Ely y Babic se pasaban el balón, un bucle que desquiciaba a la grada y enfadaba a un Rubi que trataba de transmitir tranquilidad desde el banquillo. Pelota larga para Luis Suárez y a esperar; ese fue el plan o lo que pudo hacer el equipo durante la primera parte. No era el camino.
Lo de siempre
El manejo de la situación fue total por el Cádiz y el gol, que viene de un saque de banda de Luis Hernández que no acierta a despejar la defensa y Roger Martí manda a la red en el área pequeña. Aquí la afición se echó hacia adelante, trató de empujar a los futbolistas, pero la clasificación, los resultados y la tensión del momento no permitió que el Almería se sintiera cómodo. Jugadas a trompicones, malos controles y velocidad lenta de balón para desarmar a un Cádiz que se fue metiendo atrás para aguantar su marcador.
Empuje
Todos arriba mis valientes, ese fue el único plan para que un guardameta como David Gil, sin nada de ritmo de competición, sintiera el peligro cerca de su portería. Con la persiana bajada y con el Cádiz perdonando el segundo en una contra que Bongonda manda fuera, fue un protagonista inesperado, Mbaye, quien le echa una mano al Almería y a Rubi con un penalti tan claro como innecesario.
Un flotador que Melero recogió para transformar en el 1-1, un punto que no puede esconder la espiral negativa y de nervios en la que ha entrado peligrosamente el Almería. Si la única solución es mandar balones largos y esperar a que Luis Suárez haga algo distinto mal se ve el futuro por el Mediterráneo. La temporada entra en una fase donde con las sensaciones no se va a ningún lado. La afición sigue por encima del nivel de la plantilla y aguantó hasta el final, pero sigue sin ver puntos ni a un equipo fino, liberado, y ocupar plaza de descenso genera incertidumbre.
Flotador
Penúltimo de la fila. Esa es la realidad actual del Almería. ¿Que puede cambiar después del parón?, por supuesto, aunque como no se vive del pasado ni se puede adivinar el futuro, la trayectoria rojiblanca preocupa y activa todas las alertas. Sin hacer demasiado el Cádiz está cerca de llevarse los tres puntos y el cargo del entrenador. Mbaye le echó un salvavidas a la familia almeriense pero que el marcador no impida ver la realidad. Por esta vía solo hay una llegada, la del pozo. No siempre se puede ganar con el corazón. A Rubi y a la plantilla se le tiene que exigir más. Urge una reacción, un Almería sin freno de mano ni desquiciado. A ver qué ocurre en el parón.
FICHA TÉCNICA
UD ALMERÍA Fernando, Centelles, Babic, Ely, Pozo (Arnau, 77’), De la Hoz (Portillo, 72’), Eguaras (Melero, 45’), Robertone, Embarba (Dyego Sousa, 77’), Baptistao (Lázaro, 64’), y Luis Suárez.
CÁDIZ David Gil, Espino, Jorge Meré (Mbaye, 67’), Luis Hernández, Raúl Parra (Chust, 77’), Escalante (Álex Fernández, 60’), San Emeterio (Diarra, 77’), Bongonda, Sobrino, Roger Martí (Chris Ramos, 67’), y Sergi Guardiola.
GOLES 0-1, min 49: Roger Martí. 1-1, min 95: Melero, de penalti.
ÁRBITRO Del Cerro Grande.
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