Algo gordo va a pasar

LA OPINIÓN DEL DÍA: El entrenador no le va a llamar finales a los partidos que le quedan al Almería en casa pero si se ganan me apunto a sufrir con el nudo en la garganta. Frente al Valencia se dejó ver la fuerza de la provincia para tirar del equipo y colaborar en el sueño de mantener la Primera División. Cuando nos ponemos y nos unimos nadie nos para.

Ir al Mediterráneo siempre es una alegría aunque se pierda el partido porque ver jugar al equipo de tus amores siempre es saludable pero te deja mejor cuerpo cuando se gana y te has dejado la garganta en la media que tus futbolistas el sudor en el campo.

Confieso que termino ‘reventao’ viendo jugar al Almería pero cuando se gana (8 veces esta Liga) se lo perdono todo al entrenador y aplaudo esa fuerza de Almería que ayuda a su equipo llegado el momento.

Unión

No vamos a descubrir nuestras carencias en infraestructuras y ese ‘nos da todo igual’ que salta a la vista en determinadas situaciones pero cuando nos ponemos en algo somos imparables y en fútbol no estamos tan mal.

Da gusto ver ala afición ‘encendida’ y tirando del carro mientras los jugadores perciben como los rivales que algo gordo va a pasar para bien o para mal. No pude tener queja Rubi ni su plantilla del ambiente en el Mediterráneo.

Misión

Mantener la Primera no está en las manos de Turki ni de Mohamed El Assy. Ellos ya hicieron su labor poniendo todo al servicio del club y los aficionados han dado un paso al frente para que por ellos no sea.

Almería es de Primera División y mientras queden opciones el equipo puede contar con sus fieles seguidores que se dejan la garganta en la grada para empujar a sus muchachos.

Fiesta

Sabe mejor la victoria pidiendo la hora al colegiado y sufriendo con ese nudo en la garganta que no te deja vivir. Sube la tensión y los jugadores se multiplican para vencer. Suena al campo a gloria bendita cuando se une a su equipo.

Esto no es nuevo y los más viejos del lugar recordarán aquellos partidos de Primera cuando en el Franco Navarro empezaban las palmas y le temblaban las piernas a los rivales y los jugadores del Almería parecían gigantes.

Los aficionados dan un paso al frente para que toda España lo tenga claro.

Una afición encendida es la fuerza de Almería.

Los que van al Mediterráneo tienen claro que algo gordo va a pasar.