Se dice informalmente que se juega a la ruleta rusa cuando uno está en una situación en la que sabe que existe riesgo de sufrir consecuencias graves. La UD Almería necesita un mínimo de diez puntos para tener serias opciones de mantenerse en Primera. Para sumarlos le quedan por jugar nueve partidos, cuatro en casa y cinco lejos del Mediterráneo.
Las matemáticas ponen de manifiesto que para alcanzar los 40 puntos el Almería necesita mejorar sus prestaciones tanto en casa como fuera. En el Mediterráneo ha logrado 26 puntos en 15 compromisos lo que supone una media de 1.73 puntos por partido. Manteniendo esa media ante su gente alcanzaría 37 puntos, lo que le obligaría a sumar un mínimo de 3 puntos fuera en 5 encuentros cuando sólo ha sumado hasta ahora 4 en 14 desplazamientos, por lo que las opciones de incrementar su saldo como visitante están bajo mínimos. En este estado parece un axioma futbolístico que la salvación pasa por los cuatro duelos a disputar en el Mediterráneo frente a Athletic, Elche, Mallorca y Valladolid.
Atención
Las reflexiones precedentes nos llevan a asimilar que esta tarde el Almería volverá a jugar a la ruleta rusa en su feudo. Si tras hacer girar el tambor nos toca la bala, es decir, no se suma, estaremos más cerca que nunca de morir como equipo de Primera. El empate nos dejaría con vida pero sería insuficiente y solo la victoria nos valdría para mantener intactas las esperanzas de supervivencia.
Para preparar este partido los jugadores almerienses sólo han dispuesto de tres sesiones de trabajo, unas cuatro horas y media en toda la semana, además de la sesión de recuperación del lunes. Desde fuera parece insuficiente sobre todo porque hay jugadores como Melero y Sousa entre otros que necesitarían un trabajo extra para aumentar su potencial físico, pero para Rubi debe ser lo justo y necesario ya que así lo ha planificado.
Fernando ha dejado bien claro que el estar fuera del descenso no es seguro de nada porque con los 30 puntos que actualmente tiene el equipo caería a Segunda. El objetivo debe estar en sumar cada jornada y de forma más inmediata frente al equipo vasco. Para lograrlo será necesario poner toda la carne en el asador y creérselo de principio a fin.
Alineación
Para el duelo ante el Athletic vuelve a estar disponible para Rubi el defensa Chumi, ausente en el Metropolitano por sanción. El defensor tiene casi todas las papeletas para ocupar la plaza vacante dejada por Mendes tras su lesión.
Otra novedad en la retaguardia podría tener como protagonista a Akieme. El lateral se ha recuperado de su lesión y tiene opciones de volver. Su participación de inicio no es segura, en todo caso el lateral zurdo seguiría siendo para Centelles que está cumpliendo bien su trabajo.
Son bajas Ramazani, sancionado, y Mendes, lesionado. Es duda Pozo que ha entrenado parcialmente durante la semana.
Buen momento
Todo apunta a que Arnau Puigmal, que es uno de los futbolistas más en forma del plantel, volverá a la titularidad formando parte de un once inicial que se espera que sea muy semejante tanto en el nombre de sus integrantes como en su disposición táctica, al que venció al Valencia, salvo ‘invento’ del técnico similar al del Metropolitano que terminó en su décimo fracaso fuera.
El Athletic llega en un buen momento habiendo sumado 10 de 12 en sus últimos duelos, pero este dato no debe de servir a los nuestros de temor sino de estímulo para superar al cuadro bilbaíno en nuestro feudo y ‘vengar’ la afrenta sufrida en San Mamés.
Valverde tiene las bajas de Morcillo y Muniain, por lesión, la duda de Lekue y no podrá contar con Dani García por estar sancionado. Arriba los hermanos Williams volverán a formar el trío atacante vasco junto a Guruzeta. Sancet es su principal llegador.
El partido será arbitrado por el madrileño Pizarro Gómez que se estrena en el Mediterráneo en Primera aunque dirigió el Girona-Almería (6-2). En el VAR estará el colegiado internacional Del Cerro Grande.
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