Un UD Almería-Athletic siempre es especial para Íñigo Eguaras. El centrocampista navarro pasó muchos años en la cantera bilbaína y tiene muchos amigos. Con el que guarda mejor relación es con Iker Muniain, que no viaja al Mediterráneo por una lesión.
Nunca es tarde para llegar a la élite del fútbol y Eguaras, a sus 31 años, lo puede corroborar. En una entrevista con la Cadena SER en Bilbao, con Diego González, el futbolista hace un repaso de su carrera por Lezama y se muestra agradecido por todo lo que le enseñaron: "Pasé por todas las categorías desde infantil hasta el filial, el Bilbao Athletic, pero las etapas se acaban y tomé otro camino. Siempre agradecido a las personas que me acompañaron en Lezama y gracias a ellos he llegado hasta donde estoy".
La llamada
Cuando le sonó el teléfono y vio que era el Almería no se lo pensó mucho. Cambiar el Zaragoza por un Almería que aspiraba al ascenso como campeón de Segunda no se podía dejar escapar y de ese estrés por subir se ha pasado a otro bien distinto, que es el de salvarse, pero entraba en los planes: "Tuve la suerte de pasar por el Zaragoza y la llamada del Almería cambió todo. Ascendimos y he podido cumplir el sueño de debutar en Primera División, así que muy agradecido. Cada minuto lo aprovecho y aunque el jugador es egoísta, estoy contento. Es un año de sufrimiento para salvar la categoría y a la vez disfrutar de la experiencia".
Vivir al límite
Objetivos muy diferentes en el Mediterráneo este sábado. Incluso Eguaras reconoce que hay ese temor a perder la categoría que tanto ha costado conseguir, sobre todo por el esfuerzo de la propiedad con Turki Al-Sheikh a la cabeza: "El Almería, después de haber subido, sabe que tiene que salvarse y el Athletic ir a Europa. No podemos perder oportunidades porque una derrota te puede meter en líos. El miedo a bajar suele estar ahí, nuestro vestuario es joven, y el Athletic siempre suele meterse ahí arriba. El Almería está en un proceso de crecimiento con inversión de fuera y quedándonos en Primera daremos otro salto".
Reacción
El 4-0 encajado en San Mamés fue un varapalo muy gordo para los rojiblancos y curiosamente una semana después despegaron ganando al Rayo Vallecano. Esa goleada afectó al equipo y a la vez le hizo reaccionar: "Nos vino hasta bien. Fue un mazazo importante y a partir de ahí encadenamos una buena racha de resultados. Conocemos al Athletic, que nunca se rinde, pero nosotros en casa sabemos de nuestro potencial y no podemos dejar escapar puntos".
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