Vicente Moreno: carácter y puntos

LA OPINIÓN DEL ENTRENADOR: No pienso ocultar que la decisión de contratar a Vicente Moreno como recambio de Rubi me suena a un acierto pleno porque lo he conocido, lo he entrevistado en su etapa de jugador y destila fútbol de ese que ya no queda.

Moreno fue un espigado pivote que hacía segura cualquier defensa. Alto y algo desgarbado pero siempre poniendo un carácter en el campo que lo hacía deferente. Venía del fútbol del hambre, de ese que se juega en Segunda División B y como tantos futbolistas de su generación hubo meses que no cobró con puntualidad.

Como Luis Aragonés que fue uno de los primeros y Unai Emery, nuestra conexión más reciente, pasó del campo al banquillo casi sin darse cuenta y sacó un enorme rendimiento a jugadores que parecían perdidos para la causa y con una mirada de Moreno bastó para sanarlos.

Hoy todo el mundo sabe el modelo y el legado de Moreno en el fútbol profesional pero hay detalles que escapan y nos viene bien porque nada que ver con la era Rubi dado que los equipos de Moreno son puro carácter y lo primero de todo es ganar y jugar bien ocupa un segundo lugar.

El futbolista

Tuve la suerte de verlo muchas veces jugar en aquellos partidos televisados por Canar Sur en los viernes y cuando venía por Almería ya que teníamos la Segunda B como techo. Era un pivote con buena salida de balón, dominio del juego aéreo y una colocación que rozaba la perfección.

Metía la pierna siempre con buena intención y arropaba al compañero. Hizo buena cualquier defensa y subía a rematar los córner y hacía goles. Era puro equilibrio en el reparto de la fuerza y la calidad. Dejo huella de jugador honrado y no ganó mucho dinero. La Segunda B de sus tiempos era la categoría del hambre.

El entrenador

Todo el mundo sabe su vida y su obra en los banquillos del fútbol profesional pero hay que destacar su norma de imprimirle carácter a los equipos y un patrón de juego definido. Lo primero es ganar y cumplir con los objetivos. Jugar bien viene después.

Con Moreno hay que trabajar. Todos, hasta las estrellas que ha dirigido han tenido que bajar a achicar agua y siempre el beneficio colectivo por encima de todo. Exprime el talento y el músculo por igual. Menos 'pasesito' y más práctica. Hay que ser efectivos.

La persona

Es el mismo de su etapa de jugador vestido de calle era uno más y le gustaba pasar inadvertido, algo que no sucedía por su estatura. Es simplemente un tipo normal y por buenos que sean los tiempos nunca ha dejado de ser quien es.

En el banquillo es puro nervio pero no le gusta transmitirle a sus muchachos malas sensaciones y se levanta más para animar que para cuestionar. Normal en todo y sin estridencias que le hagan diferente.

Lee los partidos bien y los corrige mejor.