La tremenda historia de Camarasa

“Cuando llegaba a casa solo quería dormir y que pasara el día”

Carlos Miralles
15:01 • 02 nov. 2023

Futbolista profesional, 29 años, carrera magnífica a sus espaldas y una vida tranquila que se ve salpicada por un problema de salud mental. Víctor Camarasa, del Real Oviedo, tuvo que apartarse momentáneamente del deporte que más ama para recuperarse y volver a ser feliz. Fue el 7 de septiembre cuando se anunció que se apartaba “indefinidamente” de los campos para tratarse, y justamente regresó el 7 de octubre en Leganés.



La entrevista que concedió Camarasa a Movistar+ pone los pelos de punta, explicando todo el proceso hasta recuperar la sonrisa. Lo más importante es no tener miedo a pedir ayuda ni encerrarse en un mismo, aunque entendía que aceptar la situación no era fácil: “He pasado por un momento que piensas que nunca te va a tocar a ti. Cada vez que llegaba de entrenar era como si estuviera muerto, con pensamientos de desilusión, de no tener ganas. Solo quería echarme a dormir y que pasara otro día”.



Iba a peor



No comprendía esos pensamientos negativos cuando en Oviedo disfrutaba del día a día y de los partidos. En definitiva, por mucho que le saliera bien todo siempre se quedaba con lo negativo: “El fútbol es una parte muy importante de mi vida, pero no te sirve de nada si no eres feliz. Por mucho que hiciera las cosas bien, si hacía una mal no podía sacarla de mi cabeza. Al final no pude más”.



En contra



El primer aviso llegó ya cuando en julio retomó los entrenamientos. Falta de aire, ansiedad, y hasta inventarse molestias en la rodilla para evitar ir a las convocatorias y reconocer que su problema era mental y no físico: “Todo empezó en pretemporada. Veía todo en contra, aunque realmente no pasaba nada. Me derrumbé. Me dio un ataque de ansiedad y simplemente no me entraba el aire. Tuve que decir que la rodilla tal… me daba apuro decir que no podía mentalmente”.



La clave



En el reportaje cuenta que la visita de su mejor amigo antes del derbi frente al Sporting de Gijón fue la gota que colmó el vaso, el desencadenante para que Camarasa pidiese ayuda a un especialista para recuperar su vida normal. “Lo recuerdo. Llaman al timbre, y me quedé con una cara diciendo: no es él. Me vine abajo, me fui a la habitación y no salí hasta el día siguiente a las ocho de la tarde. Ahí fue el momento en el que no podía controlarlo”, indica.


Consulta

El psiquatra le diagnosticó el problema y le hizo aparcar el fútbol durante un tiempo. Ahora sigue con la medicación y gracias a recurrir a un especialista le ha hecho recuperar la sonrisa: “Me dijo que tenía un problema, que podía ser principio de depresión. Tomé, y sigo tomando medicación para estar más tranquilo y no darle tantas vueltas a las cosas. El psiquiatra me aconsejó apartarme unos días del fútbol. Yo mismo me decía; estoy en un buen momento, feliz con mi pareja, hago lo que más me gusta y tengo todo de cara. Entonces, ¿cómo puede ser esto?. Y era porque el fútbol no sujetaba la mesa y tenía que parar”.


Recuperación

La historia de Víctor Camarasa servirá de ejemplo para muchos deportistas, y no solo futbolistas, que tienen miedo de pedir ayuda por el qué diran. “Vuelvo a disfrutar de lo que más me gusta. Paré para conectar todos los cables de la mente y estar bien conmigo mismo. Soy feliz, esto es un proceso y no creo que esté curado del todo porque puede haber una recaída. Si ocurre de nuevo, sabré salir. Pero la salud mental es clave”, sentenció.


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