El vestuario de la UD Almería se enfrenta a una situación desconocida, y es sumar ya doce jornadas sin conocer la victoria. Lo que empezó como una mala racha se convirtió en una crisis que se llevó por delante a Vicente Moreno y todavía Gaizka Garitano no ha podido abrir su cuenta de puntos. La reacción debe llegar frente a uno de los rivales más complicados de LaLiga, la Real Sociedad, pero uno ya no sabe en qué lugar se encuentra la alegría que tanto buscan jugadores y aficionados.
Édgar González habló en la radio oficial del club del sentimiento del vestuario, encadenado al último puesto de Primera División. Considera que han dado pasos hacia adelante a nivel defensivo, pero aquí aparece la manta; si te centras en aguantar tu portería descuidas el ataque, y viceversa: "Estamos fastidiados. Llevamos mucho ya a nuestras espaldas desde el inicio porque no ganas, encadenas derrotas, y la bola se va haciendo más grande. No paramos de trabajar y de intentarlo, pero luego nos falta seguramente un punto de suerte y más acierto en defensa y ataque. En Copa y en Vitoria defensivamente nos encontramos bien, y el gol viene de una acción desafortunada, de rebotes, que igual en otra situación te cae a ti y no al rival".
Situación
Le sorprende, como a todos, que el Almería no haya sido capaz de dar con la tecla de los triunfos cuando han pasado tantos meses de competición. Para el central de 26 años ese cúmulo de circunstancias y malas noticias ha ido afectando cada vez más al grupo y es uno de los motivos de este bache: "Los primeros enfadados somos nosotros. Es un momento difícil para todos y nos sentimos responsables. Vine aquí con la intención de estar mucho más arriba y hay equipo para conseguirlo. Al principio no llegaron los resultados y se hizo bola, mientras que con una victoria cada golpe te afectaría menos. Somos profesionales de esto y no ponemos excusas de ningún tipo".
Afición
En cuanto a la grada, entiende cualquier tipo de reacción con el Almería último clasificado. Eso sí, señala que lo mejor sería respaldas y apoyar durante los noventa minutos y con el pitido final mostrar la alegría o la decepción por el resultado. Él dice que se siente preparado para los silbidos o aplausos, pero hay compañeros a los que les puede afectar más: "La afición tiene todo el derecho del mundo a expresar su descontento de cualquier forma. Como futbolista mi opinión es que durante los 90 minutos el beneficio es mutuo y si nos apoya es más fácil. No vivimos en otro mundo, queremos ganar y seguir en Primera División. Vengo de otros clubes donde hay mucha presión y en mi caso estoy preparado para todo".
Lo que cuesta ganar
Como anécdota, Édgar está estudiando periodismo y antes quiere sacar adelante la situación más delicada de su carrera. Prefiere responder en el campo. Recuperado de la lesión que le dejó fuera en las últimas semanas, apunta de nuevo al once inicial de Garitano ante la Real Sociedad: "Seguimos confiando en que le vamos a dar la vuelta a esto. Es momento de hablar poco y sí de aportar hechos en el campo. Nos falta un resultado positivo. Cuando van doce jornadas y no has ganado es que has hecho cosas mal. Cada partido es una final, la opción de engancharse a ese grupo de rivales directos. Mentalmente sería clave sacar un buen resultado con la Real Sociedad porque sería un punto de inflexión".
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