El lío que se ha montado en el FC Barcelona es tan grande que ha dado la vuelta a España. Xavi Hernández dio una convocatoria para enfrentarse al Amberes en la Champions que fue modificada después de una conversación entre Joan Laporta y Deco, presidente y director deportivo, respectivamente. Esto quita autoridad al entrenador y para colmo el resultado fue nefasto cayendo frente al peor equipo de la competición en ese momento (3-2).
José María Gutiérrez, 'Guti', analizó en 'El Chiringuito de Jugones' cómo se puede sentir un técnico con situaciones de este tipo, donde las altas esferas le cambian radicalmente el plan de trabajo: "Esto les pasa a muchísimos entrenadores. Tienen que lidiar con el director deportivo, con el presidente… se quieren meter en muchas más cosas. Es una enseñanza”.
Historia
Y fue entonces cuando Guti recordó lo que le ocurrió en un banquillo -no dice si fue en el Almería- pero sí le comunicaron que debía retirar a un jugador de la lista de citados, pero él se negó y viajó con el resto del equipo: “A mí también se me dijo en un momento de quitar a un jugador de una convocatoria. Yo le dije al presidente que lo llamara él personalmente y se lo comunicara. Me contestó que eso lo tenía que hacer yo y le recordé que ya había hecho la convocatoria y no se lo iba a decir. Evidentemente fue convocado”.
Consecuencias
El director del programa, Josep Pedrerol, le preguntó a Guti, ¿te puso la cruz el que mandaba?, “no, lo que pasa es que muchas veces entre entrenador, presidente y directores deportivos que a veces pierdes y se quedan ahí y luego hay otros que ganas y tampoco tienen que ir a más. Eso te sirve para aprender”. Y es que el madrileño considera crucial para mantener la estabilidad del vestuario saber aguantar la presión que llega de arriba: “Los jugadores saben que el entrenador debe lidiar con eso y en momentos determinados hay que sacar la cara por el futbolista, pero no por él, sino por lo que pueda pensar en resto del vestuario”.
Diferencia
Para Xavi Hernández o cualquier técnico, Guti apunta que siempre se tienen que poner barreras entre lo que es la decisión de club y la del banquillo. Solo así un entrenador puede ganar autoridad: “Lo principal de un entrenador en cualquier club es hacerse valer porque él es quien debe tomar las decisiones para lo bueno y lo malo, y si te tienes que ir que sea con la cabeza alta, haciendo lo que tú piensas, no dejándote llevar por lo que te diga otra gente”.
Labor
El extécnico del Almería cuenta que este tipo de cosas en las que se respalda al jugador hacen más grande al vestuario, mientras que si se deja a la cúpula manejarlo todo normalmente el resultado es muy diferente: “Lo que ocurre en un vestuario y en el campo es mi territorio, sobre todo cuando yo he hablado con unos jugadores y les he dicho que no van a viajar, porque me dejas mal. Si encima dices que no hay buena relación con el equipo me dejas peor. Lo que ha pasado en el Barça no le gusta nada a los futbolistas. Gente que no iba a ir ni convocada que directamente pasa al once titular”.
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