Cuando, por las circunstancias que atraviesa nuestro Almería, la comidilla en las tertulias de los aficionados siempre va a ser dudar de la valía de los futbolistas e incluso si el equipo no es apto para la categoría, se me ha ocurrido tratar de, en un artículo de prensa, explicar, a grosso modo, las fases, momentos y comportamientos que se producen durante el juego colectivo y de las que los jugadores y técnicos son los protagonistas.
El juego se divide en dos fases, caracterizadas por la posesión del balón: ofensiva, si se tiene, o defensiva, si el balón lo tiene el contrario. Dentro de cada fase hay momentos, propiciados por la organización del equipo, tanto ofensiva como defensivamente. Según la fase y el momento en que se encuentre, los jugadores tendrán unos comportamientos, que son patrones de actuación o conducta colectiva, en el momento de organizarse en las distintas situaciones de juego. Cuando estos comportamientos se repiten con frecuencia en las mismas situaciones, hablamos de que es el estilo de juego del equipo.
Balance
Voy a explicar una fase y espero que los conceptos queden claros: estábamos defendiendo y ganamos el balón; estamos en el momento de transición, y el comportamiento en este momento es ver si cabe el contraataque; si no, pasamos a otro momento, organización ofensiva, y el comportamiento en este momento sería organizar la salida y progresar hasta resolver y olvidarnos del juego combinativo e intentar ataque directo.
Lógicamente, esto lo veríamos mejor componiendo unas tablas, pero… en fin, todo esto es cultura que él debe dominar porque se lo ha debido enseñar el entrenador, ya que nuestros comportamientos en las fases y momentos, sacan a la luz nuestro estilo de juego.
Yo jugador, si paran el juego en cualquier instante, sé perfectamente en qué momento estamos, cuántos comportamientos vamos a tener según nuestro estilo y según las posibles situaciones a seguir. Los futbolistas estamos continuamente analizando y tomando decisiones que acto seguido ejecutaremos por medio de nuestra técnica.
Hay decisiones negativas, como es jugar para atrás; las hay de continuidad del juego, como jugar a un espacio libre de una zona despejada; y las hay de riesgo, como es poner al compañero delante del portero. Se supone que todos los profesionales tienen la técnica necesaria para ejecutar cualquier decisión tomada, pero… ¿cuántos futbolistas hay en nuestro equipo capaces de tomar decisiones de riesgo y tener un tanto por ciento de acierto aceptable?
Desde esta parte del mundo, por el bien de nuestro deporte rey.
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