“La tierra de Almería me dio todo en la vida: mi mujer, mis dos hijos...”

Un aficionado de verdad, de esos que lloran por su Almería del alma. El presidente de la Peña El Tomate (fundada hace 24 años) se emociona hablando de fútbol y de la vida, su vida, en los estudios de la Cadena SER. Habla con mucho orgullo de la tierra de Almería, la misma que le ha dado todo en la vida.

Un hombre de fútbol.
Amo el fútbol desde los catorce años con la AD Almería, luego Almería CF y ahora con la Unión Deportiva Almería, y espero que seamos UD Almería por lo menos cien años más.   

No es de Almería, pero su corazón ya es almeriense.
Nací en Granada y me llevaron a Barcelona porque era muy pequeño, tenía solo tres meses, y allí estuve hasta los 14 años. Mi padre se quedó sin trabajo, llamó a tíos que tenemos en Almería y pusimos rumbo a esta tierra, mi casa, y aquí estoy, desde los 14 hasta los 59 años. Me siento almeriense, como si hubiera nacido aquí.     

La tierra es su vida.
Los tomates no los había visto en Barcelona ni en la ensalada, pero gracias a mi tío, me pegué a él, y me enseñó cómo se crían los tomates. Tuve un gran Maestro y hasta el día de hoy solo he criado tomates; ahí vamos  hacia adelante siempre con años mejores y otros peores, es normal.     

 

Agradecido a la tierra de Almería, ¿verdad?
Claro que sí porque la tierra de Almería me ha dado todo, lo poco que tengo; me ha dado mi mujer, mis hijos y estamos, como todo el mundo, intentando vivir la vida y pasar la vida lo mejor posible. Almería es mi tierra.  

Y nace la Peña El Tomate.
Solo podía llevar ese nombre. Recuerdo un día que íbamos cerca de Blanes con mi cuñado Juan, venía mi padre en paz descanse, y no sé cómo salió el tema comentamos de hacer una peña de fútbol. Me parece que existía solo la Peña de Los Llanos de La Cañada, y le pusimos Peña El Tomate, el mejor nombre porque la  mayoría de los peñistas éramos agricultores y hasta el día de hoy sigue existiendo. De esto hace ya 24 años.       

¿Cómo definiría a la afición del Almería?
Es buenísima; diría que es la mejor de España y del mundo entero. Es una afición tan buena que con un poquito se levanta de sus asientos, siempre está apoyando a nuestros jugadores. El ejemplo lo tenemos es que vamos últimos en Primera División y ahí estamos siempre animando a nuestro Almería. Esto pasa en otro campo y la gente salta al campo, esperan a los jugadores en la puerta... aquí es otro mundo porque acaba el partido y todo el mundo a sus casas hasta el siguiente partido.        

¿Qué tal la etapa como presidente de la Federación de Peñas del Almería?
Estuve ocho años y algo como presidente de las peñas del Almería. Intenté hacerlo lo mejor posible. Hice algunas cosas buenas, otras no tanto, pero no se valora la labor que hace uno como presidente de la Federación de Peñas del Almería. Te ven en el palco y se piensan otra cosa... si está ahí es porque tendrá que estar en el palco del Estadio. Siempre he intentado hacer las cosas lo mejor posible con las peñas y mirar por los peñistas.  

¿Piensa en la salvación?
Es una pregunta buena (risas). Lo veo muy difícil, pero soy optimista. Es verdad que está muy complicado, aunque podemos salvarnos si ganamos unos diez partidos, pero hay que ganar varios seguidos. Paso a paso, estamos todavía a tiempo.

¿Le gusta el Almería con un ministro de Arabia Saudí de presidente?
Llevo 44 años siguiendo el fútbol de Almería y no he visto jamás lo que está pasando esta temporada.

Un partido especial.
Uno de los días más felices como aficionado del Almería fue el ascenso en Puertollano. Aquello fue precioso.   

¿Qué le enseñó su padre?
Muchas cosas y todas buenas; trabajar, hacer las cosas bien, que sea feliz, ser honrado, que no me pelee con nadie... solo cosas buenas.

¿Y su madre?
Es un tesoro, como mi mujer. Dos grandes señoras.