El Almería pierde en las áreas su trabajo en el juego

El equipo volvió a superar a su rival en todos los campos excepto en el de la eficacia

Miguel del Pino
19:33 • 04 feb. 2024

Por desgracia de todos los que queremos a Almería y al Almería, la historia de la mayoría de los encuentros que está disputando nuestro equipo en el presente curso es desesperante repetitiva. Un Almería que no olo no ofrece unos números inferiores a los de su rival, sino que en muchos de los 23 desafíos que ha afrontado han sido mejores, pero que al final de los partidos le ha llevado a perder en 17 oportunidades y empatar en seis, sin que hasta el momento los aficionados rojiblancos hayan podido saborear las mieles del triunfo en una sola ocasión.
    



En las declaraciones realizadas por Garitano tras el partido perdido en casa ante el Alavés se quejaba de la falta de un delantero, tras la derrota en Valencia señalaba que “En nuestra área no somos equipo de Primera División”.
    



Con estos dos plumazos ha relatado a la perfección el técnico vasco los males de este Almería. Los datos estadísticos del duelo disputado en Mestalla confirman plenamente las razones a las que apela el entrenador rojiblanco para explicar la negra campaña de nuestro equipo.
    



El partido



El Valencia jugaba en casa y el Almería lo hacía como visitante, un dato obvio pero que conviene destacar para poner en valor el trabajo de los jugadores y el juego del equipo. La posesión, un dato que me dice bien poco, se inclinó ligeramente del lado del conjunto indálico que tuvo la pelota en el 52 por ciento de los minutos jugados.
    



Pero donde la superioridad visitante es apabullante es en las estadísticas que afectan al desarrollo de las hostilidades en las áreas. El Almería lanzó en seis ocasiones desde la esquina por ninguna el Valencia.
    



Los de Garitano dispararon en 15 oportunidades sobre la meta defendida por Mamardashvili, en dos de ellas con balones que eran ocasiones manifiestas de gol, mientras que los valencianos sólo lo hicieron en 7, menos de la mitad.
    



De los disparos realizados por unos y otros solo 2 del Valencia llegaron hasta Maximiano, mientras que los rojiblancos obligaron a intervenir al meta rival en 5 oportunidades.
    

¿Porqué con estos datos el Almería se vino de vacío? Comencemos con la parcela atacante. El Almería sólo hizo subir al marcador 1 de sus 5 disparos a portería. Tres de ellos detenidos por el meta local y uno salvado por un defensor.


Pero además hubo dos disparos que no encajaron entre los tres palos que eran oportunidades de gol completamente acarameladas. La primera en una contra conducida por Arribas, con asistencia de Baptistao a Melero que, a puerta vacía, lanza a las nubes. Increíble e impropio de un futbolista de Primera y de su calidad. La segunda otra buena acción de Arribas que asiste a Ramazani y éste dispara fuera cuando tenía a dos compañeros desmarcados dentro del área. En acciones mucho menos claras el Valencia hizo sus dos goles. La eficacia brilló por su ausencia en al parcela ofensiva de los nuestros.
    

La pizarra

En defensa el dato es demoledor. Dos disparos y dos goles, sin olvidar que en la jornada anterior el Alavés había hecho tres goles en sus únicos tres disparos bajo palos. Y es entonces cuando alcanzan todo su esplendor las palabras de Garitano. Nuestra defensa no nos da para competir en Primera. Maximiano está recibiendo goles parables. En el primero de Mestalla se tira tarde y estaba mal colocado, en el segundo a la mano que toca el balón le faltó fuerza para hacer que no se estrellara en la red de su portería. En el primer tanto Centelles no estaba donde debía y los centrales no intimidaron al lanzador. En el segundo, error de patio de colegio en el salto de Chumi.
    

Teniendo como tiene tan claras las cosas Garitano me parece elemental reforzar la defensa con tres centrales y un pivote defensivo por delante y no presentar un 4-2-3-1 mucho más vulnerable.
    

El desarrollo del juego demostró que no estuvo acertado en los cambios. Lozano debió de entrar por Melero pasando a jugar un 4-4-2 con Baptistao y Lozano arriba. Sergio Arribas nunca debió ser sustituido por muy cansado que estuviera. En el último cuarto buscó jugar con dos delanteros pero Marezi hoy por hoy no es Baptistao.
   


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