Los puritanos, los políticamente correctos, los que desde la sombra tratan de bombardear al Almería, por supuesto dentro de nuestra propia ciudad, tratarán de ocultar el mal trato que viene padeciendo nuestro equipo por parte del colectivo arbitral desde el comienzo de la presente campaña, con las evidentes carencias que ofrece el actual plantel.
Desde luego son los errores de todo tipo que vienen cometiendo nuestros jugadores y técnicos, sobre todo Vicente Moreno, los que nos van a llevar a Segunda División y no los árbitros. Pero el Almería, que salvo en pocas excepciones ha competido siempre, ha visto como en duelos con resultados ajustados las decisiones de los colegiados le han perjudicado de forma considerable.
El detalle
Dentro de esta línea que parece impuesta desde la cúpula arbitral, Muñiz Ruiz y Jaime Latre continuaron la campaña de acorralamiento a los rojiblancos. Tengo la teoría de que a los árbitros se les ve el plumero en los descuentos. En Madrid dieron 12 minutos y en Mestalla sólo 8, en las mismas circunstancias. Pero la insana intención del árbitro gallego llegó a su punto culminante cuando dio por finalizado el choque unos segundo antes del 98 habiéndose producido en el descuento un cambio en el Valencia en el que se invirtió más de un minuto.
A Lozano lo machacaron los centrales con su permisividad y culminó su parcialidad amonestando a Robertone por una falta que no existió complementada con amarilla a Ramazani y roja a Baptistao por protestar tamaña injusticia. ¡Ya os quedan sólo 15 partidos para seguir disfrutando acosándonos en Primera!
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