Gil Manzano o la crisis del arbitraje hispano

Está en el ambiente, se palpa que el arbitraje español está inmerso en una profunda crisis de la que existen muy pocas opciones para que pueda salir. La organización arbitral es más una desorganización que una entidad de prestigio.
    

El presidente, sea el que sea, lo que pretende es mantener un puesto excelentemente remunerado e interpreta que la mejor forma de conseguirlo es no molestar a los que comandan a los colegiados, es decir, los de Primera. La consecuencia es que los árbitros han pasado de ser jueces justos a dictadores. Ellos mandan, ellos son infalibles, ellos tienen patente de corso para errar de forma intencionada o no, pero que nadie les toque un pelo ni los mire de forma atravesada.
    

Análisis

Sólo en este ambiente de dictadura arbitral se entiende que ninguno de los dos Hernández hayan sido sancionados tras las fechorías que cometieron en el duelo del Bernabéu contra el Almería. Eso si, a Baptistao por decirle a un asistente que era muy malo, la verdad, le dejan dos partidos sin jugar. Es evidente que en el fútbol reina el ordena y mando y que de democracia nada de nada.
    

Uno de los equipos que más viene sufriendo las insensateces de los colegiados nacionales es el Almería. La anulación del gol de Embarba en los Cármenes es de juzgado de guardia. Las lineas del VAR son coincidentes, esto implicaría que Édgar estaba en linea con la defensa y en este caso el reglamento dicta que no hay fuera de juego. Jaime Latre se pasó a la torera la regla y dictaminó un fuera de juego que privó al Almería de ponerse 0-2.

En los penaltis reclamados se le vio el plumero al impresentable árbitro de cámara del Real Madrid. En la posible falta de Pubill se fue como una bala al punto de penalti, las imágenes de mostraron que se había precipitado y su mala intención.

En la acción entre Batalla y Pozo amonestó al jugador almeriense por simulación cuando se aprecia claramente que con el cuerpo el meta toca a Pozo. Pudo a o no ser penalti, pero no hay simulación. Además en el primer periodo debió expulsar a Villar por golpear con los tacos la rodilla de Robertone, le enseñó la amarilla. ¡Hasta nunca lucas Manzano!