Ramazani pierde el pulso

Todos salen perdiendo

Ramazani se quedó sin participar en la fiesta.
Ramazani se quedó sin participar en la fiesta. Juan Sánchez
Tony Fernández
07:21 • 26 feb. 2024

La expulsión contra el Athletic y la respuesta en redes sociales sobre ella ha podido ser el detonante de la pérdida de pulso con Garitano para un Ramazani que calentó en la banda y no participó en un partido que le llamaba a gritos. No cuadra que Melero le pase ante una situación de carencia de gol pero al final ni un solo minuto para el futbolista que acaba contrato en 2025 y a este paso se marchará sin dejar un duro en las arcas del club. Una salida gratis parece cantada ya que o entra en los planes de Garitano en las jornadas que quedan o este verano será condenado a competir en Segunda División. La sartén la tiene bien cogida por mando el entrenador y todo indica a que le daba un castigo al delantero por su autoexpulsión contra el Athletic que para Ramazani serviría para crecer. Acarrar a un De Marcos que iba como un cañón a portería quedaba a la interpretación del rojiblanco que optó por irse a la calle antes que conceder una situación clara de gol a su rival. En esta situación todos salen perdiendo empezando por el club que lo lleva en la lista de ventas, pasando por el entrenador que si Ramazani llega a ser Melero igual acaba en gol y el futbolista que puede caer en el pozo.



Los más de 14.000 aficionados que asistían al partido y aquellos que desde la televisión pedían a gritos a Ramazani, se quedaron con las ganas y se buscaron otras opciones como un Arribas con mala cara o un Lopy que para pocos minutos dejó claro que no se piensa gastar: estando en la órbita del Barça.



Garitano y Ramazani llevan razón. El entrenador es libre de elegir sus opciones y el jugador de agarrar o no hacerlo al contrario con una amarilla. Todos hacen valer sus razones y en medio de todo este lío aparece un club que sabe del precio ofrecido por el internacional y se desespera viendo como 'chupa' banquillo siendo un cheque al portador.



El entrenador



Gaizka Garitano tenía un plan de partido ante el Atlético y lo llevó hasta el fin. El entrenador plantó cara a un equipo Champions y puso a calentar a los candidatos a mejorar lo que ofrecía el once titular. Calentaba Ramazani y ante la falta de gol y viendo como Embarba no tenía su día estaba cantado que sería uno de los cambios ofensivos.



En la mente de todos está la última jugada del partido cuando a Melero le cae 'la breva' del gol del éxito y se la da al meta del Atlético. Nadie puede decir que Ramazani 'la mete' pero siempre va a quedar la duda y todo apunta a que no jugó el belga por castigo a su autoexpulsión.



El futbolista



Ramazani no es tonto y cuando en redes sociales dejaba claro que de la expulsión aprendería muchos pensaron que estaba contestando al entrenador y aquí se equivocan 'los talentos' ya que el pulso con el jefe siempre está perdido y el jugador ya lo ha vivido en sus carnes.


Calentar y no jugar es el peor de los mensajes. Todos los aficionados contaban con la última bala para ganar al Atlético pero no era Ramazani en la mente del entrenador. La cara que se le quedó al internacional era el reflejo de un castigo en toda regla.


El club

En ese pulso entre entrenador y jugador aparece el Almería que tiene previsto desprenderse del futbolista pasado el 30 de junio y hacer caja ya que si se lo queda saldrá libre en 2025. Cada minuto en el escaparate de Primera es más dinero para las arcas del club y no parece que este sea el camino.


Joâo Gonçalves sabe de las ofertas por Ramazani y no lo quiere ver suplente ya que esto es echar tierra sobre su contrato y tapar el escaparate para que otros clubes vean las grandes prestaciones del jugador. Todos pierden en una situación que seguro se va a arreglar.


Todos salen perdiendo.


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