No. No es broma. Ha ganado el Almería. Desde el 20 de mayo de 2023 al 17 de marzo de 2024 ha pasado un mundo pero como todo se acaba, hasta la peor pesadilla, tocó despertar con el cuarto entrenador de la temporada. Pepe Mel tocó la fibra sensible del vestuario y logró una victoria de equipo, tanto de jugador como de banquillo, porque con el equipo último no se trata de sacar la pizarra y volver loco al vestuario, sino hacerle creer que es posible. Los gestos abriendo los brazos y mirando al cielo con el pitido final de García Verdura no son solo del Almería, sino de las miles de personas que tiene detrás y que han sumado diez meses de sequía, de tristeza, de darle vueltas a la cabeza y no encontrar respuestas a la peor temporada de todos los tiempos -y que aún lo sigue siendo-. No dará para salvarse, sí para cerrar un capítulo y empezar otro con una sonrisa para el futuro.
Orden
La experiencia de Pepe Mel le llevó a tocar las piezas justas y necesarias. Orden, ayudas defensivas y una alineación que sorprendió tanto como el resultado final. El almeriense Marcos Peña Ocaña (19 años), tomó la responsabilidad de hacer el trabajo sucio en el centro del campo para liberar a Robertone y Viera y cumplió con creces durante sesenta minutos. No le pesó el momento del equipo ni la terrible racha sin ganar en Primera.
Todos rindieron al nivel esperado. En el minuto 14 chispazo de Embarba, Ramazani y Baptistao para abrir el marcador y luego cerrarlo con ayudas defensivas que rozaron la perfección. El sobresaliente para Luis Maximiano, con seis intervenciones de reflejos y calidad. Este portero es ahora mismo uno de los cinco mejores de Primera y no saldrá en los tops porque juega en el colista de LaLiga.
Los 8,1 millones que pagó el Almería por él a la Lazio se van a quedar cortos este verano. Montes levantó un muro, Pubill fue tapando cada vez mejor a Sandro, Centelles lleva dos jornadas a un ritmo magnífico... Pocos peros se le puede poner al Almería de Gran Canaria.
Merecido
Mel no es un mago, ni lo será nunca. Simplemente es un entrenador que aprovecha los 61 años y las dos décadas de trayectoria en la élite para que el futbolista salga al campo creyendo que es mejor que su rival. Para salvarse no va a llegar, pero nunca es tarde para ganar y darse una alegría. Las debilidades y las carencias no se han ido con este triunfo, simplemente es cuestión de saber esconderlas lo máximo posible.
El Almería va a bajar a Segunda, pero no se merecía hacerlo sin victorias y con una dinámica nunca antes registrada. El fútbol es un deporte para disfrutar y el vestuario así se lo marcó desde que llegó Pepe Mel. Las Palmas, ese temible equipo que se hace con la posesión, no se esperaba un Almería tan serio. La sensación de alivio inunda a todo seguidor rojiblanco. Lo mejor que se puede hacer en las nueve jornadas que quedan es no mirar la clasificación y dejarse guiar por el corazón. Saldrá el sol y ya no se hablará de un colista defenestrado que va a ser el peor de la historia de la Liga. Con Mel ha entrado aire fresco, y también tres puntos en el casillero, que de eso se trata.
Tuvo que ser en la jornada 29. En la casa de Viera. Con un almeriense en el once. Y con nuevo míster. Alegría. Terminó una pesadilla y empieza un sueño, el de un Almería que empieza a construir el futuro con Marcos Peña, entre otros.
FICHA TÉCNICA
LAS PALMAS Álvaro Valles, Sergi Cardona (Benito, 69’), Mika Mármol, Álex Suárez, Araújo (Pejiño, 86’), Kirian, Perrone (Enzo, 45’), Javi Muñoz (Marc Cardona, 60’), Alberto Moleiro, Munir (Marvin, 45’), y Sandro Ramírez.
UD ALMERÍA Maximiano, Centelles, Radovanovic (Chumi, 45’), César Montes, Marc Pubill, Marcos Peña (Melero, 60’), Lucas Robertone, Jonathan Viera (Baba, 65’), Embarba, Ramazani (Bruno Langa, 80’) y Leo Baptistao (Milovanovic, 80’).
GOL 0-1, min 14: Leo Baptistao.
ÁRBITRO García Verdura.
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