No sale en las fotos y no se lleva el aplauso de la grada del Estadio de los Juegos Mediterráneos, pero su papel también es muy importante en el día a día de su Almería del alma porque Ricardo Molina se siente muy almeriense, de esos que llevan el escudo del Almería en el fondo de su corazón.
Está viviendo una temporada muy especial y extraña con el Almería en la zona de descenso desde la primera jornada del curso en el Campeonato Nacional de Liga en Primera División.
La llegada de Pepe Mel al Almería para las últimas diez jornadas de la temporada, en principio, ha hecho que Ricardo Molina viva una situación que jamás haya experimentado desde que lleva en el club rojiblanco que son doce temporadas como preparador de porteros.
El entrenador madrileño llegó al Almería sin preparador de porteros y el almeriense se ha quedado solo en la preparación de los porteros. Ricardo Molina está acostumbrado a grandes retos porque es un profesional enorme y muy exigente. No le asusta esta nueva situación y ha tomado el mando de las operaciones para continuar con la preparación de los porteros Maximiano, Fernando y Mariño.
Un gran profesional
Los tres porteros de la plantilla rojiblanca están encantados de la vida con la profesionalidad del almeriense que, al igual que el resto de la familia, va todos los días al Estadio de los Juegos Mediterráneos con la misma ilusión de todos y la fuerza de siempre.
Ricardo Molina tiene un gran compañero de viaje en el Almería desde hace ya muchos años, muchas temporadas: un Víctor Fortes (preparador físico) que también es un hombre de la casa y que se deja la vida por el escudo del equipo rojiblanco. Los dos se entienden con la mirada y lo darán todo hasta el final de la campaña en la máxima categoría del fútbol.
El preparador de porteros de la casa pondrá todo de su parte para que los guardametas del Almería lleguen en las mejores condiciones posibles a la recta final de la temporada en la Liga de las Estrellas. Ricardo Molina espera que el Almería vuelva a ser grande en el mapa del fútbol, y no sufra tanto en el mundo del fútbol.
Los hombres del presidente Turki están encantados con la profesionalidad de personas de la casa, como Miolina y Víctor Fortes.
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