Solo estuvo una temporada defendiendo la camiseta de la UD Almería, pero suficiente para aprender mucho del fútbol y de la vida. Toca remontarse al verano de 2008, año en el que Julio Álvarez Mosquera, uno de los mejores centrocampista de Segunda División, da el paso al club rojiblanco después de ascender a la máxima categoría con el Numancia. Firmó como agente libre. Alfonso García no lo tuvo fácil porque fue justo después de poner punto y final a la etapa de Unai Emery en el banquillo y el elegido fue Gonzalo Arconada, que había coincidido con el jugador en las filas del conjunto soriano. En una entrevista de casi dos horas con Offsiders y disponible en YouTube, el hispano-venezolano repasó toda su carrera e hizo parada en Almería.
Contó que no era fácil entrar en un equipo donde contabas con la total confianza del míster, en este caso Arconada, ya que el Almería estaba haciendo grandes temporadas y había formado un bloque sólido dentro y fuera del campo: "Firmé dos temporadas en el Almería, me hicieron un muy buen contrato, y me trataron de maravilla, pero no me salieron las cosas desde el inicio por ir con el cartel de jugador franquicia del entrenador, Gonzalo Arconada. Había un vestuario consolidado, de buena gente, yo tengo mucho carácter y no soy de hacer grupos".
Dificultades
Entiende Julio Álvarez que él también cometió un error cuando aterrizó en el Mediterráneo. Priorizó situaciones personales, no tener una relación tan estrecha con el resto de compañeros y eso le pudo pasar factura conforme iba avanzando la temporada: "El Almería venía del ascenso, la permanencia, un vestuario consolidado, y creo que fue más error mío que no lo supe interpretar. Me acuerdo que en pretemporada hacían cenas y tal, pero por no dejar a mi mujer sola, que estaba embarazada, pues no hacía esa vida en grupo con los compañeros. Después los jugadores más potentes del equipo estaban en mi posición, todos con personalidades fuertes... No había bromas".
Cese de Arconada
Gonzalo Arconada fue cesado el 21 de diciembre de 2008 tras perder 1-0 con el Sporting de Gijón. Alfonso García llamó a Hugo Sánchez y lo convenció para el banquillo. Ese fue el principio del fin de la trayectoria de Julio Álvarez en el Almería: "Mi ego y mi carácter en el Almería me llevó a sentir en el subconsciente que era el protegido del entrenador, Gonzalo Arconada. Él se marchó, vino Hugo Sánchez e interpretó muy bien lo que es u vestuario. Preguntó, ¿por qué Julio Álvarez ha jugado tantos minutos y tal?, pues dijeron que era por el técnico anterior. Ganamos al Betis en casa, jugué titular, y después me quedé once jornadas sin convocar". Los datos dicen que fueron incluso más, quince.
En blanco
Julio Álvarez estuvo sin jugar desde el 4 de enero hasta el 3 de mayo de 2009, provocando que buscara un nuevo destino y apareció el Real Mallorca. También desvela qué ocurrió con el entrenador: "Hugo Sánchez interpretó que si yo no tenía buen feeling la mejor manera de ganarse al vestuario era limpiándome a mí. Eso es un poco lo que pasó. Hablé con él a final de temporada y llegué a un acuerdo con el Mallorca. Me planté. Le dije a Hugo Sánchez que como no contaba conmigo me había llegado una oferta de otro equipo que me quería y tenía un acuerdo. Lo que no quería era llegar al club y que me dijeran que contaban conmigo. Para que eso no pasara, le comenté a Hugo que cuando se duchara le comunicara eso al club".
En ningún momento Julio Álvarez quiso forzar la situación para marcharse con la carta de libertad del Almería al Mallorca. Fue muy contundente con Hugo Sánchez: "No has contado conmigo. No me has convocado. Vale. Perfecto. Yo no voy a jugar contigo en el Almería. ¿Lo tienes claro?". A continuación, "subo al despacho del presidente y el director general y me dicen y Hugo Sánchez había dicho que me quería, que contaba conmigo". El futbolista no daba crédito.
Reunión
Entonces Julio Álvarez dio un paso más. Llamó a su padre, que vino desde Galicia, para negociar con Alfonso García y José Juan Bonillo. Ahí fue donde se enteraron de una operación con el agente que desconocían: "Yo no iba a perder la oportunidad de irme al Mallorca con Gregorio Manzano, al que ya conocía del Racing. Llamé a mi padre para que viniera a Almería y nos sentamos a negociar con el presidente y el director general, Pepe Bonillo, una persona muy top. Me dijeron que con Hugo podía pasar lo mismo que con Arconada, es decir, que no terminara la temporada si llegaban malos resultados, y que para ellos yo era un gran activo. Yo dije que lo entendía, hasta que mi padre le señaló a Alfonso que yo había llegado libre y me iba a marchar libre".
La conversación dio un giro de 180 grados cuando "Alfonso respondió ¿cómo?, libre no has llegado porque le dimos una gran cantidad de dinero a tu agente. Ni mi padre ni yo conocíamos eso y fue un problema para mi salida del Almería. Ahí me entero de que existió una comisión importante y al final accedieron a que me fuera libre, pero vamos que yo entendía que el Almería quisiera amortizar el pastizal que pagaron".
Acuerdo
Al final las partes llegaron a un acuerdo y Julio Álvarez se marchó al Real Mallorca, no cumpliendo por tanto los dos años de contrato que había firmado en el Mediterráneo. Dejó el fútbol con más de 200 partidos con el Numancia y fue segundo entrenador de Jon Pérez Bolo en la Ponferradina. Cuenta con total naturalidad lo que sucedió en Almería donde en aquellos tiempos había más hermetismo en todos los sentidos.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/338/ud-almeria/271712/yo-no-voy-a-jugar-contigo-en-el-almeria