"La catarsis se esfumó. Naufragio general. Otra vez sin comparecer en un partido para olvidar. De victoria reparadora a la cruda realidad de un equipo que ni los más optimistas reconocen. El Almería volvió al mal rollo de encajar pronto, sin capacidad de reacción en ningún momento, salvo unos minutos prometedores antes del 0-3, como bien explicó un apesadumbrado Embarba".
"Al perro flaco… ya se sabe. Grave error defensivo. Gol para enmarcar que el en rachado Budimir lo aprovechó. La ansiedad representada por Ramazani impidió meterse en el partido. Decepción y pitos en la grada que esperaba su segunda victoria consecutiva. La vida sigue igual. Silbidos en el Mediterráneo".
"La reacción Mel queda para más adelante. Hay que seguir soñando con un par de victorias y confiando en el vestuario y en la nueva dirección deportiva. Yo era de los que contesté a Tony Fernández de la Cadena SER que el cambio de entrenador serviría para quemar al que viniera. Ojalá me equivoque y el revulsivo Pepe Mel corrija el estado de ánimo y se recupere la solidez defensiva".
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