LA OPINIÓN DEL PARTIDO: Esta vez ni la megafonía no pudo solapar los cánticos de un sector de la afición que por fin abre el pico y estalla ante el peor partido de la temporada. Esto no se lo merecen los niños que van al campo y se preguntan el por qué de esta bochornosa imagen. Lo siento por ellos y por sus padres y abuelos que le dan vueltas a la cabeza para encontrar una explicación. Lo de "directiva dimisión" está grabado en el Carrusel Deportivo de la Cadena SER y a renglón seguido el "jugadores mercenarios". No fue todo el Estadio, pero queda registrado.
Luego el himno a toda pastilla para solapar lo que gritan unos aficionados hartos de mortadela toda la temporada y que esperaban algo distinto con Pepe Mel, que por cierto se equivocó en el once y su mensaje no llegó a los titulares. Tantos días de gloria acaban debilitando como decía el mítico Esteban: "Mucho dulce pica diente" y el entrenador del jamón y de la mortadela no estuvo fino con los tres de arriba y se cargó el partido. Como manifestó tras el partido por Movistar: "No salimos bien y la culpa ha sido mía. En mi debe está no haber explicado bien a los jugadores".
Los aficionados se hartan porque sin la presión de los puntos, sin la obligación de vencer para vivir y con todo a su favor se pegan 8 minutos de siesta impropios de un equipo de Primera División. Todo lo demás sobró en el partido. No se puede aceptar otro encuentro más en la jornada 30 un 30 de marzo sin haber ganado en casa. No se puede ir al campo bajo una cortina de agua para que Marcos Peña que es un canterano sea de lo más potable y algunos chispazos de Ramazani. Todo lo demás un cero y una imagen que seguro que no se la esperaba nadie: empezando por Pepe Mel. Ya les dije que la derrota pone de muy mala uva a Pepe Mel y tiene motivos para estar en esta situación porque el primero de los fallos fue suyo cambiando el once de Las Palmas.
Los aficionados han tenido un comportamiento ejemplar esta temporada y lo hicieron de diez. Pitaron cuando había que hacerlo, justo cuando el árbitro manda a los jugadores a los vestuarios. Eso solo lo hacen las grandes aficiones y la del Almería lo es. Menuda grandeza la suya y menuda capacidad de aguante ante unos futbolistas a los que le cantaron "mercenarios" ante una directiva para la que piden la "dimisión".
Directiva
Vuelvo a repetir que solo las aficiones grandes lo suelen hacer así. Primero se tragan el partido con 'papas' y luego abren el pico y dan su opinión. A segundos del final ya se escuchaba un "directiva dimisión" para que vayan tomando nota desde Palacio y eso que los ahora rectores del club son los mismos que nos llevaron a Primera y ganaron millones a porrillo para el presidente Turki. Ellos no juegan pero después de cambiar tres veces de entrenador ya las miradas van al palco y eso es inevitable y tienen que vivir los dueños del club con esta situación que empieza a ser nueva para ellos y de lo más normal en el fútbol español. La megafonía no pudo solapar los gritos de desencanto y que vayan tomando nota.
Jugadores
No pueden tener queja de la capacidad de aguante esta temporada de sus fieles seguidores unos futbolistas que están muy lejos del nivel exigible para competir en Primera. Los aficionados están muy por encima y los gritos de "mercenarios" se escuchaban tras el pitido final. El público ha levantado la voz después de la imagen ofrecida ante Osasuna. Seguro que los futbolistas no querían dar esa imagen pero que piensen en los niños que van al campo a ver jugar a su Almería y les regalan un partido infame frente a Osasuna. Que la directiva aguante su vela y que los jugadores se apliquen el cuento que los aficionados ya no se callan. Están hartos.
Esta vez la afición abre el pico.
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