Las ocho jornadas que le quedan a LaLiga van a ser muy duras para todos. Especialmente para los futbolistas que se juegan una pasta con el descenso y tienen que llamar la atención de otros clubes para que vayan al rescate de su situación. Nadie quiere jugar en Segunda y todos se consideran futbolistas de Primera, ‘inocentes’ de un descenso cantado desde la primera jornada del campeonato. La llegada de Pepe Mel parecía una bocanada de aire fresco para los jugadores, pero duró unos pocos días ya que han vuelto a las andadas esos jugadores que nos han acercado al abismo del descenso. No hay efecto Pepe Mel porque por mucho que quiera motivar a los jugadores el preparador madrileño los problemas de diseño de este Almería salen a escena a las primeras de cambio para desencanto de todos.
Mensaje
“Tenemos el escudo del Almería en el pecho, hay muchas cosas por las que competir”, decía Pepe Mel tras el varapalo del 0-3 ante Osasuna, que significaba un paso más hacia el descenso y añadía que “no he sido capaz de enchufar a los jugadores desde el inicio; es culpa mía”. Hay que elogiar su intención de levantar a la ‘tropa’, pero los jugadores cuando les nombras el escudo, la ciudad y el honor, salen corriendo porque son las frases que tapan el desencanto de un descenso consumado a Segunda. Cuando en el fútbol profesional se apela a la ‘honrilla’ para ganar, es que no queda nada más que vender y en esa situación se encuentra un Almería desamparado al que LaLiga ya le tiene reservada su plaza en la categoría de plata. No hay mensaje que vender a los protagonistas de esta situación que viven preocupados por su futuro, conscientes de que el descenso les hará perder valor deportivo y dinero, mucho dinero, porque así reza en sus contratos. Habrá que inventar algo diferente para que los jugadores vayan a los partidos con otro aire.
Respuesta
Los jugadores del Almería no han dado señales de vida esta temporada y han tenido cuatro entrenadores en el banquillo. Uno estuvo siete jornadas, otro dos, veinte el tercero y para diez el que queda. Vicente Moreno, Alberto Lasarte, Gaizka Garitano y Pepe Mel han intentado que el Almería levante el vuelo pero está lastrado y condenado al descenso sin esa ilusión que te reportan las opciones de salir del pozo. No tiene arreglo.
Futuro
Pepe Mel tiene mucha ‘Mili’ en el fútbol y se pone en la piel de los profesionales. Sabe bien que están preocupados con su futuro más que por el del club que les paga ya que no hay solución. Ahora de lo que se trata es de buscar una salida digna, ya que todos los jugadores se consideran de Primera División y buscarán destino en una nueva entidad deportiva.
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