Pepe Mel, a completar el pack ganando en casa

Con fundada satisfacción tras el empate cosechado en Anoeta, uno de los campos menos propicios a dejar escapar puntos y de los más complicados para los visitantes, el Almería recibe esta tarde a un Villarreal que está en tierra de nadie, aunque a falta de siete jornadas para el final los 39 puntos que ha sumado le garantizan su continuidad en la élite.
    

Después de haber suspendido su materia estrella del curso, la permanencia, el equipo almeriense tratará de aprobar una de las tres asignaturas pendientes hasta el final de ejercicio, el sumar los tres puntos como local. Una victoria que pondría en valor el trabajo de Pepe Mel y, sobre todo, serviría para dar la primera gran satisfacción de la temporada a la hinchada indálica en su feudo. Además el triunfo dejaría a los nuestros a sólo un punto del Granada y en disposición de no terminar siendo el último de la fila, aunque hay que reconocer que los granadinos de la mano de Sandoval han mejorado sus prestaciones, sobre todo defensivas.
    

En la inmensa mayoría de los partidos disputados por el Almería en la campaña de su cuarto descenso de Primera el equipo ha competido al máximo, es cierto que no le ha valido para ganar en casa, pero casi siempre ha tenido opciones de lograrlo incluso ante los más grandes.
    

Trayectoria

Será el cuarto desafío de Pepe Mel al frente del conjunto rojiblanco. El balance de sus tres primeros encuentros se puede considerar positivo ya que ha sumado 4 puntos de nueve posibles. Los nuestros han mostrado su mejor cara de la temporada en las dos salidas con el madrileño en el banquillo hasta el punto de haber conseguido su primer triunfo de la campaña. Bajo la dirección del entrenador madrileño su tropa ha logrado 4 puntos en dos partidos, mientras que en los catorce anteriores como visitantes sólo habían conseguido dos.
    

Entre ambos éxitos un gran fracaso, la derrota ante Osasuna cimentada en una grotesca salida del vestuario que le llevó a ponerse 0-2 en ocho minutos, eso sí, con la inestimable colaboración del impresentable Pizarro Gómez en el VAR que dio validez a un gol, el segundo, que fue ilegal.
    

El Almería ha demostrado que está en disposición de ganar a cualquier contrario y por ello al Villarreal. Para lograrlo será necesario salir enchufados del vestuario, sabiendo que está en juego el honor de la entidad, el prestigio de un escudo y el cariño de toda Almería hacia su equipo representativo. La muerte del equipo como conjunto de Primera está confirmada, ahora la alternativa es morir de pie y con la cabeza muy alta o hacerlo con las orejas gachas y humillados.
    

Para recibir al cuadro castellonense Pepe Mel tiene el alta del delantero Marezi, y la baja de última hora la del central Édgar, lesionado en una rodilla, que se une a las de Radovanovic, Melero y Luis Suárez.
    

Así las cosas, salvo mejor opinión del entrenador Chumi y César Montes formarán en el centro de la defensa escoltados por Pubill y Bruno Langa en los laterales. Bajo palos Maximiano.
    

Una de las líneas que puede tener más incidencia en el encuentro es la de los dos pivotes. El técnico erró en San Mamés al no contar con un volante de carácter defensivo y recuperador, olvidando que la posesión del balón es posterior a recuperarlo. La salida de Baba en San Mamés dotó al equipo de una consistencia de la que había carecido antes; por consiguiente cabe pensar que Baba o el almeriense Marcos Peña ocuparán una de las dos plazas y Robertone o Lopy la otra.
    

La pizarra

En cuanto a la línea de tres por delante de los pivotes tiene asegurada una plaza Embarba después de su magistral actuación en Bilbao que le valió a entrar en el once ideal de la jornada precedente en todos los medios nacionales. Junto a él estarán Jonathan Viera, que no estuvo a la altura de lo deseado en el anterior duelo y Ramazani.
    

Si Pepe Mel no decide jugar con Baptistao, un exterior diestro en la posición de ariete disponiendo de dos en el banquillo como Lozano y Koné, será el hondureño el que comande el ataque local.
    

La afición espera que Koné disponga de algunos minutos en la que sería su vuelta a la competición después de unos largos y tediosos meses de ausencia por lesión.
    

Enfrente un Villarreal que ve desde muy lejos las plazas europeas a falta de siete jornadas. Tienen una desventaja de 11 puntos con al sexta plaza y 8 con respecto a la séptima que debe dar opción a disputar la Cenference Leage.
    

El madrileño Ortiz Arias será el encargado de dirigir el partido, se supone que con equidad. Hasta ahora no le ha ido nada bien al Almería con este trencilla ya que ha perdido en casa con el Alavés (0-3) con penalti incluido y fuera de casa 5-2 en Girona. El último triunfo local con Ortiz Arias fue el 3 de enero. Otro ‘regalo’ del Comité que además ha tenido la desvergüenza de repetir en el VAR con el incompetente Pizarro Gómez. ¡Que el Señor nos pille confesados esta tarde con esta pareja!