La última alegría en casa

Camino de un año de decepciones en el Mediterráneo

Esta imagen refleja la última alegría en casa.
Esta imagen refleja la última alegría en casa. UD Almería
Tony Fernández
18:21 • 25 abr. 2024

EL ANÁLISIS: El 20 de mayo se cumple un año de la última victoria del Almería en casa y ahora llevamos once meses, que se dice pronto, sin ver ganar un partido al equipo que nos representa. Unos locos por que acabe la temporada y otros hasta las narices de aguantar un curso siniestro esperan que por fin se venza y se ponga fin a la racha. Mira que está aguantando la afición mecha esta temporada y no es un tema de brujería ni le ha mirado un tuerto al equipo. Son los ciclos del fútbol y ha tocado uno malo de verdad y mejor todo de golpe a tres años regulares porque pensamos con optimismo que de eta vamos a salir más fuertes. Lo que están aguantando los aficionados no tiene nombre. Han pasado 32 jornadas y van 20 derrotas. Ni en los peores sueños. Ni haciendo el mejor partido de la temporada ante el Villarreal da para empatar. No hay manera por mucho que lo intenta Mel.



Once meses es mucho tiempo y han pasado cuatro entrenadores por el banquillo del Almería. La suerte aparece y se va pero el el torneo de la regularidad cada uno está en su lugar y el Almería va a ser el peor de todos salvo que lo evite un Pepe Mel cabezón en la tarea de hacer una Liga de 10 partidos que mejore lo conseguido hasta la fecha. Los aficionados esperan un triunfo ante el Getafe de Bordalás este sábado.



Desencanto



La temporada de los once meses en blanco se ha llevado por delante la ilusión de los abonados y aquella lista de espera que hubo en los buenos tiempos de Rubi. Ahora ser abonado en Segunda será más fácil y más barato pero no sabemos lo que hemos perdido entre todos. El desencanto es total y siguen pasando los partidos y el sábado bajará el equipo matemáticamente sin pena ni gloria. Ni rastro de aquella temporada “fantástica” que decía Vicente Moreno. Todo ha ido a peor desde su marcha. Igual se precipitaron. Da igual.



No se abonan



Muchos no volverán a pasar por las oficinas del club para abonarse y esperarán tiempos mejores porque la temporada ha dejado secuelas en veteranos y noveles. Ya es noticia que vayan al campo más de 10.000 aficionados porque en otros lugares el cemento se hubiese comido al equipo. Menos abonos y peor fútbol es el destino de una temporada que mejor la borramos del mapa para siempre. Dejará consecuencias que a día de hoy nadie puede valorar porque no existen precedentes de algo igual.



Sin obras



Para que nada le falte a la temporada tenemos que asimilar que las obras de la Fase 2 han quedado paradas y no se van a cumplir esos plazos prometidos. Ya no hay atascos para conseguir una butaca en el campo y el descenso arrastra a la economía a un nuevo escenario que pronto vamos a conocer cuando hablen desde el club de Turki. Sobra campo para Segunda y se vuelve a hablar de las gradas supletorias como remedio de urgencia y detalles para unos abonados de fondo a los que se les mandó a la larga distancia de un campo concebido para el atletismo de unos Juegos del Mediterráneo que tanto nos dieron.


Han pasado once meses de aquella última victoria.


Una Liga insoportable.


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