Fuerte como visitante y derrotado en el Mediterráneo. Nada es normal en este Almería que está a un partido de despedirse de Primera División para terminar una etapa y comenzar otra con nuevas ilusiones. Pepe Mel, cuyo futuro parece lejos del banquillo para la próxima Liga, valora positivamente el empate con el Mallorca debido a las circunstancias que rodeaban al choque, con la presión de tener que salvarse por parte local, y el hecho de competir para limpiar la imagen por los almerienses. Los goles de Arribas y Langa dieron brillo al 2-2.
Que el Almería no fue de paseo a Son Moix saltó a la vista desde los primeros compases. Respondió al Mallorca sin dudar y solo la endeblez defensiva habitual le privó de llevarse la victoria. Para aquellos que pensaban que los bermellones iban a ganar con facilidad, el técnico deja un mensaje: "Era complicado porque nos ponemos en la posición del Mallorca y sabemos lo que se siente. Todos hemos pasado por ahí y pasara lo que pasara había que competir, porque si no ya sabes cómo empieza todo. Estoy seguro que si nosotros hubiéramos ganado lo único que podía decirle a Javier Aguirre era que contra el Cádiz íbamos a competir igual, entonces ese era el cómo nos sentíamos, no regalar nada y exprimirnos al máximo".
Tiempo
A Pepe Mel también le queda un último trabajo antes de marcharse de vacaciones y es la visita del Cádiz, que vendrá también descendido. Siente que si el club le hubiera llamado con un poco más de tiempo y margen de puntos se estaría hablando de otra cosa, aunque la carga negativa de la plantilla no tuvo fin por mucho que se esforzó y ganó a Las Palmas y Rayo Vallecano: "Levantar a un equipo que desciende y tener que luchar con ello durante cuatro o cinco jornadas no es fácil. En el Villamarín los futbolistas dieron una buena imagen de centro de campo hacia arriba y contra el Barça lo tuvimos en nuestras manos. Con el Mallorca competimos hasta el final y no les puedo decir nada. La pena es que tanto mi cuerpo técnico como yo no hemos tenido un poco más de tiempo".
Mensaje
El recibimiento de Luka Romero fue diferente a lo esperado por el jugador, aunque a Pepe Mel lo que más le preocupaba era echarle una buen reprimenda por una amarilla en la primera parte que no venía a cuento una vez De Burgos Bengoetxea ya había pitado la falta y paró el juego: "He ido a decirle que aprenda porque no le pueden sacar tarjetas por chorradas como la que hizo porque luego pasa factura. Tuve que cambiarle después. Es un chico joven y siempre está en riesgo. Es una forma más de ganarse el oficio de futbolista, nos ha pasado a todos. El chico habla maravillas del Mallorca y de Mallorca. Imagino que sabrá que esto es deporte y no va más allá".
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