“El Almería es como mi casa”

Un míster con las ideas muy claras y que no despeja ni una sola pregunta; no cae nunca en fuera de juego. Es feliz en el Almería, donde le gustaría seguir creciendo y aprendiendo en el club que se coló en su corazón hace años.

¿Quién es Francisco Miguel Pérez Rodríguez?
Un almeriense de 29 años graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y en Educación Primaria, con una vida sencilla, pero apasionado por el fútbol, y que tiene la fortuna de poder desarrollar su labor como entrenador en el club de mi ciudad rodeado de grandes profesionales y apoyado por mi familia y amigos en todo aquel nuevo proyecto en el que me embarco.

Sus inicios como entrenador en el fútbol...
Como los de muchos compañeros; fueron sin considerarme un entrenador. Empecé con chicos y chicas muy pequeños cuya única motivación era pasarlo bien y así lo hacía yo también, así como aprender los conceptos básicos del juego. Con el paso de las temporadas tuve la suerte de poder seguir formándome hasta, ya sí, poder dar el paso de ejercer como entrenador y hacerlo en un contexto tan especial como es la cantera de un club de fútbol profesional.

¿Qué tal la experiencia con el equipo cadete?
Es la segunda temporada que me desarrollo en la categoría cadete tras una temporada pasada dura, donde tuvimos que remar muchísimo para cumplir el objetivo. Esta temporada he podido disfrutar de un gran trabajo. Hemos contado con una plantilla genial, con un potencial individual muy alto y que desde la primera sesión de entrenamiento se comprometió a vaciarse en búsqueda de superar con creces los objetivos deportivos, pero sobre todo, en alcanzar un alto grado de exigencia que fuese capaz de hacernos mejorar en el día a día a todos los que trabajábamos juntos. Dar las gracias, y la enhorabuena, a mi cuerpo técnico; un grupo de profesionales excepcional que ayudan a crecer en lo personal y en lo deportivo a todos los que hemos trabajado en el cadete División de Honor.

¿Qué significa trabajar en el Almería?
Una dualidad importante de corazón y cabeza. He crecido con el club acudiendo primero al Juan Rojas, y después al Estadio de los Juegos Mediterráneos con mi abuelo y mi padre, y mi sentimiento por el club va mucho más allá de lo profesional. Mi trabajo aquí es el de aportar mi granito de arena al crecimiento de la institución, la posibilidad de formar jugadores, que ojalá, algún día nos hagan a todos levantarnos de nuestros asientos en el Power Horse Stadium y llevar con orgullo lo nuestro por todo el panorama futbolístico nacional con la responsabilidad de hacer un buen trabajo.

Como entrenador es...
Joven y con mucha ambición; trabajador, preparado y al que le apasiona el juego. Me centro mucho en dotar a los jugadores de todas las herramientas que están a mi alcance para que luego sean ellos los que el día de la competición puedan brillar. Me encanta entrenar, me gusta mucho disfrutar con el jugador en el día a día y exigirles para poder llevarlos a mostrar su mejor versión. No me gusta encorsetarme en un estilo; creo que en parte esto siempre tiene que ser una dicotomía sobre aquello en lo que confía el entrenador y las capacidades individuales y colectivas de la plantilla. A nivel general busco generar equipos muy equilibrados, que sean muy sólidos a nivel defensivo y que permitan al jugador mostrarse desde lo colectivo hacia lo individual.

¿Hasta dónde le gustaría llegar en el fútbol?
Tengo muy claro que me gustaría poder disfrutar del fútbol profesional a lo largo de mi carrera, asumir la exigencia que esos niveles implican y encontrar mi máximo potencial. Este es el sueño que todos los que trabajamos en estos contextos tenemos, pero los sueños no solo hay que tenerlos, sino también perseguirlos y en ese camino nos encontramos ahora mismo, formándonos, experimentando, aprendiendo de los mejores y preparándonos al máximo para cuando llegue la oportunidad en el fútbol.

¿En qué entrenador se fija para aprender?
Soy un afortunado; en el día a día tengo la fortuna de coincidir con todos los grandes profesionales que formamos la Academia, así como gran cantidad de amigos con los que cuento en este mundo del fútbol a lo largo de todo el mapa y que desarrollan su profesión y su pasión por el fútbol. Si me tuviera que quedar con algunos tengo la suerte de haber compartido ya cinco temporadas muy cerca de Alberto Lasarte, que además es un buen amigo, un referente por todo lo que ha logrado, por cómo lo ha hecho y al que estoy convencido de que este mundo del fútbol le tiene mucho preparado por delante. Y por supuesto en grandes entrenadores al más alto nivel a los que también considero grandes amigos, como son Fran Fernández y José María Salmerón; dos almerienses a los que admiro enormemente.

Un mensaje para los más pequeños de la cantera...
Que sean felices, que busquen el lugar y el entorno donde disfruten de su pasión. Los equipos no son felices porque ganen, sino ganan porque son felices. Si consiguen esto, estarán mucho más cerca de alcanzar sus objetivos. Que se sientan orgullosos de representar a su club y a su ciudad, que presuman de lo nuestro.

¿Cómo se presenta la próxima temporada?
Aún estamos por cerrar esta temporada. Siento al Almería como mi casa por todo lo que me han dado, las experiencias, el aprendizaje…

¿Qué sueños tiene?
Cumplir mis metas rodeándome de buenas personas y buenos profesionales. Me siento un afortunado en muchos sentidos.