La noticia ha dado la vuelta al mundo. Sergio Arribas, futbolista de la UD Almería, está disfrutando de las vacaciones con su pareja en Maldivas, pero la tranquilidad se vio truncada por un hecho que pone la piel de gallina y que captaron las cámaras del recinto. Todo ocurrió en Bolifushi, una pequeña isla de este país. Un matrimonio se encontraba en el mar pidiendo ayuda: "¡Help!", y es que estaba siendo arrastrado por la corriente. En un primer instante Arribas y su pareja se quedan sorprendidos hasta que se dan cuenta de que toca echarse al agua para ayudar.
El jugador de 22 años bajó por el tobogán de la habitación para rescatar a las dos personas, que pudieron agarrarse a un flotador. El entorno de Arribas ha contado a 'Relevo' cómo ha vivido esta situación tan inesperada: "Me llamó a los cinco minutos de que ocurriese y me dijo: 'Me ha pasado algo entre curioso y trágico'. No daba crédito". Será este miércoles cuando finalice su estancia en Maldivas y nunca olvidará lo que ocurrió el fin de semana, ya que "Sergio nos contó que creía que les estaban saludando hasta que escuchó gritos y '¡helpª'. Ahí ya pensó que era algo grave".
Suerte
Uno de los detalles más importantes que revela el entorno de Sergio Arribas es que la pareja que finalmente tuvo que se socorrida no sabía nadar: "Ninguno de los dos sabía nadar, por eso a Sergio después le sorprendió encontrárselos en el mar, porque en principio se estaban bañando en la piscina. Fue el hombre quien "estaba intentando ayudar a la mujer, que se estaba alejando por la fuerza del mar". El destino quiso que Arribas y su novia se encontrasen en la piscina de la habitación y pudieron echar una mano, y es que "eran 'vecinos' del bungalow y en un primer momento pensaba que le estaban saludando. Al ver que no era así no dudó en lanzarse al mar para socorrerles cuando la fuerza de la marea los alejaba más de las habitaciones".
Aplauso
Ha sido muy aplaudido el gesto de Arribas, que como se puede comprobar el vídeo que viene circulando desde el sábado por la noche en redes sociales, no dudó en lanzarse al mar para echar una mano al matrimonio, que se vio envuelto en una fuerte corriente y agravado por el hecho de que ninguno sabía nadar. Menos mal que Sergio y su pareja estaban en la piscina, lo vieron y ayudaron en todo momento. Quedó en un enorme susto.
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