El Tenerife dice que Óscar Cano concluye su etapa en el club y solo han pasado cinco jornadas de LaLiga. Es el primero en caer en una Segunda plagada de clubes de Primera donde nadie aguanta la presión. Los profesionales suelen firmar dos o tres temporadas y trabajan con la maleta de ruedas en la habitación porque al final manda el fútbol que se carga los contratos a la primera mala racha. Nada nuevo y siempre lo mismo porque la presión pasa del campo a la grada y de esta al palco donde los presidentes no aguantan lo más mínimo y antes de una pañolada al palco se cargan al más pintado. Ha sido el primero Óscar Cano abriendo en la quinta jornada una lista que será larga en la medida que los malos resultados se vayan produciendo. Los clubes venden su proyecto y programan las temporadas a caballo ganador. Se firman contratos de larga duración sin pararse a pensar en una mala racha que haga despedir al entrenador y contratar a otro con un desfase millonario en el presupuesto.
Alfonso García era claro con los entrenadores y no los firmaba por más de una temporada ya que los resultados son los que mandan pero está de moda eso de contratar por dos con una opcional o hacerlo por años como el Almería con Rubi. Tres años ha firmado el catalán pero nadie sabe si los va a cumplir porque todo pasa por los marcadores que se cargan el mejor de los contratos a las primeras de cambio. Los entrenadores están sentados en un polvorín y los clubes no aprenden y siguen confiando en el entrenador elegido sin pararse a pensar en los caprichos del fútbol. No confundir a los jefes con los dueños. Los jefes son los resultados y los dueños los presidentes.
Los jefes
Cada temporada los clubes anuncian sus proyectos, sus fichajes, sus campañas de abonados y a su entrenador de turno. Lo normal era firmarlo por una temporada 'por si las moscas' pero todo ha cambiado y los representantes amarran bien y han conseguido poner de moda lo de dos temporadas con opción a otra. No reparan en los marcadores como los verdaderos jefes y los encargados de 'cargarse' cualquier contrato por bueno que sea. Mandan los marcadores y cuando no se producen entran en modo pánico los dirigentes y cortan la cabeza del mas pintado. Ha pasado en Tenerife como volverá a pasar en otros clubes y todo porque en fútbol los resultados dan la tranquilidad a las entidades y marcan la hoja de ruta. Los jefes ponen a los profesionales sentados en un polvorín ya que a la primera mala racha todo salta por los aires.
Los dueños
Los que mandan en los clubes sean consejeros o directivos firman con mucha ilusión a los entrenadores con un pasado brillante a la espera que repitan sus logros y no es la primera vez que se la han pegado al primer mes de la competición. Un entrenador solo te puede vender lo que hizo antes y no te garantiza el futuro por lo que hay que saber poner la letra pequeña de cada contrato para no desfasar el presupuesto. Si hay un entrenador que no ha sido despedido que tire la primera piedra como un presidente que no se haya cargado al entrenador amigo. Las leyes del fútbol no escritas dicen que mandan los marcadores y los dueños de los clubes cuando le sacan los pañuelos hacia el palco cortan la cabeza del más pintado y salvan la suya.
Los jefes pueden con los dueños.
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