LA OPINIÓN DEL DÍA: La idea era buena pero ha durado lo mismo que las burbujas de la gaseosa. El entrenador catalán en su vuelta al Almería se pidió a la plantilla más cara de la historia para ser el equipo favorito de Segunda. Una apuesta valiente a tenor de la temporada que realizaron los jugadores con el ridículo mayor de todos los tiempos viendo pasar a cuatro entrenadores por el banquillo. El preparador hizo cambiar el chips en las tres primeras jornadas de LaLiga pero como se dice en esta tierra 'la cabra tira al monte’ y al cuarto partido en Elda ya se le veían las costuras a los jugadores firmando una segunda mitad infame ante un fondo plagado de almerienses. Ese partido de Elda nos mostró el talante de la pasada temporada en la segunda parte y parecía solo un espejismo.
Lo del Castellón era el cuento de Caperucita y el lobo. Decía el entrenador el la previa que había que tener cuidado con el Castellón y en el post partido que: “habíamos trabajado especialmente el partido” pero los jugadores no escuchan. Decía un aficionado que vio salir del hotel de concentración al equipo camino del Mediterráneo y “daba pena verlos”. No han cambiado y el Almería lo está pagando con el inicio de lo que puede ser un divorcio con la afición.
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— La Voz Deportes (@LaVozDeporteAlm) September 17, 2024
Indolentes
El Almería se asoma al abismo con unos jugadores que no dan la talla y no igualan en intensidad a equipos que hacen menores si a la calidad le unen las ganas. Racing, Tenerife y Sporting estuvieron a merced del Almería cuando se enchufaron los hombres de Rubi pero cuando se pasaba el efecto gaseosa aparecían los jugadores de siempre: los de la segunda parte en Elda y los que jugaron ante el Castellón. Llegan al área con el balón controlado y no le ponen ganas en el remate. Defienden sin la debida intensidad y la sala de máquinas tiene a Robertone para entrar en talleres compitiendo muy pendiente de su hombro y lejos del que era.
Calidad
Con la calidad no se ganan los partidos y la tiene a raudales el Almería. Son los favoritos y los mejor pagados de la categoría pero otra cosa es lo que demuestran en el campo. Dice el entrenador que se generan ocasiones de gol pero no las meten. Dice que lo piensa arreglar y pide perdón por el partido ante el Castellón y lo tiene crudo porque los jugadores llevan toda una temporada sin poner en el campo lo mismo que su rival y así es imposible. Unos van andando y que corra otro que somos los mejores. Ese es el Almería de la segunda mitad en Elda y el de casi todo el partido ante el Castellón. Rubi se los pidió a todos y los dirigentes se los dieron pero no cambian.
Sin respuesta
Rubi se pudo pedir otro tipo de jugadores para buscar el ascenso. Pudo hacer limpieza en el vestuario y cambiar piezas pero se puso cabezón con la plantilla y se los pidió a todos en una clara apuesta por el cambio. Entendía y entiende el entrenador que no pueden ser malos futbolistas tan caros y tan bien pagados. Él dice que lo va a arreglar pero si cuando vas al Mediterráneo llevas cara de ir al ‘matadero’ es que ese partido se pierde. Vamos a ser realistas y pensar que hay que retomar el modelo y empezar los por 50 puntos y luego ya se verá. La cola está a un puntos y no sería el primer equipo que encadena dos descensos. Si los jugadores no están por la labor no hay Rubi que valga.
El Almería se asoma al abismo.
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