Llegados a este punto lo mejor es ‘resetear’ la cabeza de los jugadores y la del entrenador para empezar a sumar y alcanzar los 50 puntos de la salvación. Todos sabemos que Rubi no tiene la culpa. Es de los futbolistas, pero no queda otra que estar con ellos y ayudarlos porque no tenemos otros y si los ponemos más nerviosos de lo que están igual esto acaba en descenso. Todo tiene arreglo hasta en el fútbol y lo mejor es hablar en el vestuario, corregir y que den un paso al frente, que son buenos pero con mucho tacto porque si los partidos en casa se convierten en un infierno no lo vamos contar y el descenso puede ser el destino. Hay que criticarlos cuando acabe el partido si se lo merecen, pero mientras la pelota ruede lo mejor es que estén cómodos en el Mediterráneo y noten que la afición les acompaña. Rubi es un entrenador que sabe llevar al grupo y seguro que toca la fibra sensible y el equipo va a reaccionar. Calidad tiene de sobra pero la Segunda exige mucho más que jugar bien. El Almería está en descenso: es tiempo de unión.
Hay que pasar página y pensar que en Valencia se perdió, se corrigió y se aprendió. Repasar mil veces la lección pero no darle más vueltas y empezar de nuevo ante el Burgos y sumar, aferrarse a los puntos que dan la vida y la tranquilidad dentro y fuera del vestuario. Un divorcio equipo-afición es un pasaporte al abismo del descenso. La plantilla ha demostrado que le cuesta pasar esa página de la anterior temporada y a las primeras de cambio aparecen los fantasmas.
Unión
Hay que estar tranquilos porque la afición del Almería siempre da la talla y volverá a recibir al equipo con cariño el sábado ante el Burgos y mientras dure el partido lo animará como siempre. La unión es lo que necesita el grupo para salir de esta situación de crisis en toda regla. Seguro que tiran del carro los aficionados y levantan al vestuario. Ha llegado la hora de estar unidos en beneficio del club que no vive sus mejores momentos. Nada de divorcio y menos pitar al equipo porque lo jugadores sean buenos o malos son los que nos van a salvar o nos mandarán al descenso. Mejor estar unidos, no regalarle nada al contrario y menos en casa. A por los 50 puntos.
Divorcio
Todo lo que sea estar divididos juega en beneficio de los rivales. Un divorcio entre los aficionados y su equipo no conduce a nada y tenemos precedentes en esta tierra. Hay que estar con los futbolistas, con todos, los de arriba y los de abajo. Salga el que salga y si falla se le anima, que a la siguiente lo hará mejor. Ellos no quieren ver al Almería en el pozo y trabajan para dar otra imagen que terminará llegando desde la unión y no desde una separación que siempre acaba mal. Hay que apoyar y si al final del partido la imagen ha sido mala se expresa.
Tacto
El entrenador tiene que poner mucho de su parte en esta situación, hablar con los jugadores y unirlos para que lleguen al sábado con la cabeza limpia dispuestos a vencer. Convencerlos de que son el problema y la solución a todos los males del Almería. Si hacen una piña saldrán adelante y la afición va a premiar. No se puede cambiar a todo el equipo y está el entrenador en manos de sus profesionales para que den un paso al frente y logren demostrar todo lo que tienen en el campo y devuelvan la ilusión a una afición desencantada.
Hay que seguir con el Almería. Estamos en manos de los futbolistas.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/338/ud-almeria/280953/hay-que-estar-con-el-almeria