“Para comer jamón primero hay que comer mierda”

El ex del Granada también fue víctima de la ansiedad

Guille Abascal y el duro camino de la Segunda División.
Guille Abascal y el duro camino de la Segunda División. Granada CF
Tony Fernández
08:28 • 05 oct. 2024

Los despidos en los banquillos están a la orden del día y el segundo de la temporada fue sonado, ya que el Granada ponía en el paro a un entrenador que afrontaba su primera gran experiencia en LaLiga y con él no se tuvo paciencia. La ansiedad por ganar pasó factura al equipo y cuando parecía que le llegaba al punto de ‘explosión’ le despedían y el sevillano pasaba por Canal Sur Radio para contar su experiencia en el Nuevo Los Cármenes.



El técnico sevillano ha dejado frases para la historia como la del jamón y la mierda y otra para tener muy presente: “El estado de ansiedad que había por ganar no lo había vivido nunca”. El preparador tenía mucha ilusión por triunfar en Granada en su primera experiencia en España y justo cuando el equipo apuntaba le despidieron. Los marcadores mandan pero casi no hubo aviso previo y no se lo esperaba ya que su equipo estuvo cerca de ganar los tres encuentros que acabaron en empate y le llevaron al despido.






Entrenar en el Granada no es fácil y Guille Abascal, como Paco López en el Cádiz o Rubi en el Almería, cargaba con toda la presión de los clubes que bajan de Primera y están ‘condenados’ a ganar desde primera jornada de competición. Lo vivido por el Granada de Guille Abascal ha sido extraño porque se le escaparon partidos controlados y le llegaba el despido por un penalti en el descuento que no acabó en gol. “Nadie de los que estábamos dentro esperaba el desenlace de ese día. Si llega a entrar el penalti no estaría aquí”, comentó.






El club



Pese a ser su primera experiencia en España, el entrenador sevillano sabía perfectamente dónde se metía y afrontaba el reto cargado de ilusión pero se topó con una plantilla muy exigida. “El estado de ansiedad que había por ganar no lo había vivido nunca”, señalaba Guille Abascal, que sumó 6 puntos en 6 jornadas pero el equipo estaba siempre más cerca del triunfo que de repartir con su rival. No vencer en casa ya era un paso atrás pero “la situación fue inesperada, ya que no tuve antes ningún aviso de Mateo Tognozzi”. Una hora después del partido ante el Málaga “vino el director y me dijo que me cesaban. Querían cambiar de entrenador. Lo tengo que aceptar”. Era el segundo en caer y el primero de los tres que bajaron de Primera División.




Su mensaje

Los equipos que bajan de Primera tienen prisa por volver, cuentan con la mayoría de futbolistas en plantilla y Guille Abascal se encontró que “era un momento en el que el equipo tenía una presión excesiva. Debía quitarse un lastre, tenía que dar algo más y esa ansiedad por la victoria que no llegaba. El estado de ansiedad que había por ganar no lo había vivido nunca”, sentenció. Algo parecido a lo que hoy viven Cádiz y Almería, compañeros de viaje en el descenso de categoría con los amarillos que no ganan en casa y los rojiblancos terceros por la cola cuando son los claros favoritos para el ascenso a Primera.


Expectativas

La categoría exige mucho y “quizá es lo que no se ha evaluado, más allá del resultado inmediato. Faltaban 108 puntos y el equipo venía de tres empates. El grupo estaba convencido de lo que hacíamos y con nosotros. Íbamos creciendo con esa ansiedad lentamente, aunque nos faltaba esa victoria en casa”. La categoría exige mucho y el Granada todavía más. Solo valía ganar. Había que superar todos los partidos y ser el primero de la tabla después de cinco jornadas. Hay equipos que después de 108 puntos ya no están ahí”. Y dice Guille Abascal que “cuanto más altas son las expectativas más problemas vas a tener”. Tras su primer compromiso dejó una frase a lo Pepe Mel con el símil del jamón y la mortadela pero Abascal fue mas categórico: “Para comer jamón, primero hay que comer mierda”.


Abascal habló claro.


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