Los banquillos de Segunda están que arden con tres despidos realizados hasta la fecha y solo uno de los clubes que cambió lo cuenta con alegría. El primero en dar el paso fue el Tenerife que cambiaba a Óscar Cano por Pepe Mel y el equipo sigue en puestos de descenso. Luego tocó al Granada que ha salido ganando con el cambio de Fran Escribá por Guille Abascal encadenando una buena racha y escapando de la quema. El tercero ha sido el Cartagena que en la sexta jornada como el Granada cambió a Jandro por Abelardo y no le salen las cuentas con solo tres puntos ganados en casa del líder Racing de Santander. Ahora uno de los clubes que ha pregonado apostar por la estabilidad ha caído en descenso y se agota el crédito de su entrenador como Paco López que carga con la cruz de no haber ganado en casa y tocar la zona roja de la clasificación.
Los clubes lo tienen claro y el presidente amarillo, Manuel Vizcaíno, manifestó a los cuatro vientos contar hasta diez antes de apuntar al banquillo tras destituir a Sergio González y bajar a Segunda. Con el preparador valenciano hay una relación especial y el equipo ha sido fuerte fuera pero no da alegrías en el Nuevo Mirandilla. Ver al Cádiz en puestos de descenso pone de los nervios y enciende la mecha para una situación que nadie quiere volver a vivir en el club amarillo.
Los números
La plantilla del Cádiz es de las mejores de la categoría pero solo han ganado dos partidos en lo que va de temporada. Curiosamente a dos equipos que visten igual y tienen campos idénticos. Cartagonova y Castalia vieron ganar al Cádiz ante albinegros pero ni un triunfo en el Nuevo Mirandilla. Cruzar la línea roja del descenso se ha dado por la visita de un Racing de Santander que impuso su ley de equipo adaptado a la categoría. Con unos futbolistas de mucha calidad y una afición que mantiene cifras de Primera en asistencia no se sostiene ver al club amarillo en puestos de descenso. El crédito de Paco López va en función de los resultados y son los que mandan por buena que sea la voluntad del presidente gaditano. El Cádiz no es la imagen de un equipo hundido y sus jugadores demuestran compromiso y compiten al límite. Ser mejores fuera que en casa no llega y una afición acostumbrada a vivir el fútbol con pasión no ha podido celebrar hasta la fecha una victoria.
Las consecuencias
El despido de un entrenador lo primero que te garantiza es un desfase presupuestario. Todo lo demás queda en manos del azar y no hay un técnico capaz de asegurar los resultados que a la larga es lo único importante. El margen de los entrenadores está en la clasificación y cada victoria da la vida y las derrotas acercan la mano a la maleta. Si no llega una victoria a tiempo para cambiar la dinámica la cifra de despidos en Segunda se verá aumentada. Paco López es un entrenador de enorme categoría y conocedor de la categoría pero la afición empezó a 'cantar' tras la derrota frente al Racing y se ha encendido la mecha para que otro banquillo pueda saltar por los aires por buena que sea la relación entre el presidente amarillo y Paco López.
Banquillo a punto de estallar
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