Esta UD Almería es pura locura. Cuando parece que se hace con el timón de los partidos es capaz de perderlo en un suspiro; recurre al salvador Fernando para seguir vivo y después, y empieza a dejar de ser noticia, la calidad decide. Porque en el Albacete todavía se preguntan cómo se pudo ir sin puntos del Mediterráneo. Los titulares y el elogio fácil van directos a Leo Baptistao, por su doblete, y una nueva aportación del incombustible Luis Suárez, pero gran parte de culpa del resultado la tiene Fernando Martínez Rubio. Intervenciones de estar metido, concentrado, rescatando a unos compañeros que se habían desconectado peligrosamente. Él trataba de reconducirlos a base de paradas e instrucciones. La victoria lleva su firma.
Inicio
Al Almería no le vino bien marcar tan pronto. Contragolpe de libro iniciado por Pubill y llegada al área de Suárez, Baptistao (gol), Melamed y Arribas, muchos efectivos para definir. No se había cubierto el primer cuarto de hora. Y entonces el equipo se fue. El centro del campo ni construía ni destruía, la línea se metía demasiado atrás, y Fernando salvaba. El gol del empate era cuestión de desgaste, de tiempo, y llegó con una internada en el área de Rueda para asistir a Rai Marchán. Lejos de reaccionar, los once elegidos por Rubi entraron en bucle.
Totalmente perdidos en el campo solo quedaba abrir el paraguas de Fernando, que pasara otra tormenta y el Albacete no lograra irse con ventaja a vestuarios. Hasta parte de la grada silbó al Almería para que reaccionara.
Potencial
Lo mejor al descanso era el resultado, y el mejor, Fernando. En el vestuario se encendió la bombilla y los futbolistas, los mismos que se vieron abrumados por ocasiones del Albacete, se pusieron a jugar. Como pulsar un interruptor. Melero y Arnau cambiaron la cara del juego y la calidad hizo el resto. Los problemas a nivel defensivo se solucionaron con verticalidad. Las áreas deciden los partidos y el rival no contaba con tanto talento ni un guardameta imperial.
Decisión
Baptistao y Suárez, en menos de diez minutos, finiquitan el duelo. Así, sin despeinarse. Es la locura en la que vive continuamente este equipo. De pasar los peores 15 minutos de la temporada a ganar con solvencia. Con un ataque así es misión casi imposible que los rivales puedan aguantar su meta a cero. Y pudieron ser más porque levantó el pie del acelerador. El Almería se va tan fácil como se conecta, se enchufa, y pasa por encima del Albacete.
Escalada
Rubi tiene un plan y se empiezan a ver las primeras pinceladas, pero para terminar ese cuadro todavía queda un largo camino por recorrer. Los entrenadores manejan las piezas y el del Almería colocó las adecuadas. Melero para aguantar la pelota y Arnau dando profundidad por la derecha. Ese giro del esquema rompió al adversario.
Dos victorias consecutivas, alegría en el Mediterráneo y un Almería aún con margen de mejora. Tan extraña viene siendo la temporada que en un duelo donde se hacen tres goles todos los focos se dirigen a Fernando. Esto es lo que viene. La locura en rojiblanco. Con idas y venidas, virtudes y defectos, ya son 15 puntos y la flecha apuntando arriba.
FICHA TÉCNICA
UD ALMERÍA Fernando, Centelles, Radovanovic (Melero, 45’), Chumi, Pubill, Édgar, Lopy (Kaiky, 80’), Nico Melamed (Arnau, 45’), Arribas (Rachad, 74’), Baptistao y Luis Suárez (Milovanovic, 80’).
ALBACETE Rivero, Álvaro Rodríguez, Lalo (Meléndez, 78’), Ros, Javi Rueda (Marcos, 61’), Rai Marchán, Riki (Juanma, 78’), Morci (Pacheco, 78’), Medina, Fidel y Quiles (Juan María, 61’)
GOLES 1-0, min 14: Baptistao. 1-1, min 25: Marchán. 2-1, min 48: Baptistao. 3-1, min 57: Luis Suárez.
ÁRBITRO Ávalos Barrera.
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