LA OPINIÓN DEL PARTIDO: Era una pena cargar a la mochila de Lopy una derrota injusta ante el Granada, que hizo gol en su único disparo a portería. La tarde pintaba mal porque Arribas las tenía por doquier y no las metía. Luis Suárez no finalizaba y el cambio obligado de Gui Guedes acabaría dando la victoria al equipo en un partido de escándalo. Esto ya no es Segunda ni el Almería de esta categoría a tenor de la segunda mitad que firmaba. De antología. No se puede pedir más al equipo y la afición tiene motivos para volverse loca y hacer que bajen la música de la megafonía para que suene el himno a capela de una grada entregada a la fiesta de la Primera División. Daba igual el rival jugando como lo hizo el Almería. Quizás firmó el mejor partido de la temporada y casi lo pierde por accidente. Era la defensa de una plaza de Primera ante un grandísimo rival y lo hizo como corresponde con su Pichichi estelar marcando el empate y dando la victoria que llevaba la firma de Gonzalo Melero.
La afición tiene motivos para volverse loca de contenta y el Granada también, para salir del campo al vestuario y olvidar, porque sus fieles seguidores estuvieron animando y disfrutando mientras duró la ventaja. Sigue siendo el Granada un serio aspirante al ascenso pero no eligió un buen día para ganar en Almería y sabía que el Almería te hace dos goles en cada partido. Craso error defender la mínima renta cuando este equipo castiga sin piedad.
Solo queda cantar
Cuando el colegiado pitaba el final del encuentro ante una segunda mitad de antología y sonaba la música por megafonía tuvo que bajar el volumen el señor de la cabina porque el campo empezó a cantar y el himno sonaba a capela como si de un ascenso se tratase. Era música celestial para liberar toda la tensión de un choque de Primera entre dos grandes equipos. Solo quedaba cantar y liberar las ansias de volver a ser de los mejores de España. Se pudo haber perdido porque no se acertaba con la portería rival pero hubiese dado igual, ya que el equipo firmó su partido más completo de la temporada a todos los niveles.
Escándalo
La primera parte del Almería fue buena y se merecía ir al descanso con ventaja pero Lopy estaba en su versión 'pasota' y no fue a buscar un balón que perdía y lo pillaba Uzuni para batir a Fernando. Era el primer disparo con sentido del Granada y a la postre sería el único. Arribas tuvo el empate al filo del descanso pero Mariño estuvo de cine bajo palos. Lo de la segunda mitad es cuestión de buscar y encontrar un calificativo que se acerque a un vendaval de juego y oportunidades que no acababan en gol. Por Lopy, o por Baba lesionado, había que como mínimo empatar ante el Granada pero Luis Suárez y Gonzalo Melero daban la vuelta al marcador y se desataba la euforia en el campo.
Te barren
El Granada no reparó en el rival que tenía delante y pensaba que con un solo gol le daría para frenar los humos del Almería y se la pegó. Un gran equipo bien dirigido por Fran Escribá se olvidó de las estadísticas que dicen que el Almería marca un mínimo de dos goles y cuando se vino a acordar ya era tarde y se había declarado el estado de fiesta en el Mediterráneo. Nada que decir del Granada porque hizo lo que pudo ante un Almería que cuando se desata te barre y no tiene miramiento. Le puede pasar a cualquier rival cuando Arribas toma el mando de las operaciones y Luis Suárez anda suelto.
Esta victoria es un escándalo.
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