Crusat, el fichaje top de Paco Flores

“Porque Crusat tiene lo que no se entrena”. Así resumía el entrenador catalán de raíces aragonesas a un futbolista tan especial. Iba de los primeros en la lista de refuerzos para aquella temporada 2005-06 que fue la antesala del ascenso a Primera. Lo tuvieron en la mano, pero se les escapó en un final de campaña inesperado. Crusat era de Paco Flores y viceversa pero nadie podía imaginar que aquel jugador que vino de Lleida y era propiedad del Rayo, marcaría una época dorada en Almería con un ascenso y cuatro temporadas seguidas en la élite de nuestro fútbol. Alfonso García abría los ojos a una nueva forma de entender el club que llegaba de un maestro de los banquillos capaz d cambiar para siempre el Almería, poniendo los cimientos del ascenso que luego conseguiría Unai Emery. El Almería de hoy no se entiende sin la mano experta de Paco Flores.

Su padrino

El Alfonso García de la 2005-06 ya era un buen director deportivo porque ‘mojaba pan’ en los fichajes. Ese presidente que había salvado los muebles del descenso por obra y gracia de Paco Flores, quería mucho más, y no le falló el preparador catalán que le dio una lista para firmar jugadores buenos y con compromiso. El primero en venir fue Crusat que era una de las prioridades. El mejor aval lo puso Paco Flores. El delantero, asombraba en aquel Almería que apuntaba alto en la tabla y se olvidaba del sufrimiento. Menudo fichaje fue Albert Crusat.

Desparpajo

El entrenador catalán le dijo a su presidente que “tiene lo que no se entrena”. Una punta de velocidad y un desparpajo en el uno contra uno que dañaba la vista de cualquier amante del fútbol. Su primera temporada con Flores iba a ser la última, y el equipo coqueteó con el ascenso hasta el final, y todo lo que Flores firmó fue la semilla de un ascenso de Emery que todos dieron al donostiarra y olvidaron lo que Flores aportó: los cimientos y muchos jugadores que sirvieron para subir y para competir en Primera División. El presidente del Almería nunca lo dijo, pero Paco Flores fue el artífice del primer ascenso a Primera como Unión Deportiva, y mejor no le den más vueltas. Sin quitarle mérito a Unai.

Fidelidad

Crusat se peleaba con todos y con todo. El escudo lo defendía con honor y sentía los colores como pocos y además contagiaba. Era el líder de una causa y ganador nato; lanzaba a su equipo a por la victoria. Si la pasión rojiblanca no había nacido todavía: había que buscarla en Albert Crusat y en su forma de jugar.

El legado de Paco Flores en el Almería es inmenso.