Va siendo hora de rendir tributo a uno de los hombres fundamentales en la creación del Almería de hoy. Si les digo que se llama Francisco Martínez Ibáñez no lo van a conocer, pero vamos al grano: se trata de Paquitico. No hay que entrecomillar su apodo porque toda Almería lo conoce, ya que además de buen futbolista y excelente hombre de negocios fue la mano derecha de Juan Rojas en la Unión de los dos clubes de la ciudad.
Paquitico estaba en sus empresas y viendo fútbol desde la grada cuando sonó el teléfono y se puso a trabajar. La llamada de Juan Rojas le puso como una ‘moto’ y no era tarea fácil, porque era colocarlo entre la espada y la pared. Porque en aquellos tiempos de ‘guerra’ futbolística todo lo que hacía era bueno para unos y malo para otros. Se decía de Paquitico que no estaba ‘manchado’ y podía aportar en las reuniones. Lo de la mancha era el vínculo con una u otra entidad porque la ciudad estaba dividida por dos. Paquitico fue clave para la Unión Deportiva Almería.
La misión
Juan Rojas era el concejal de Deportes y no quería dejar pasar la oportunidad de poner punto y final a la agonía de dos entidades que luchaban divididas por un mismo objetivo. Rojas, necesitaba tener un hombre de su confianza en el día a día. Haciendo la calle y el boca a boca, y ese señor era Paquitico, al que todos veían como lo que era, un hombre del fútbol. Paquitico no ha contado sus memorias pero la prensa de aquellos años le buscaba porque sabía lo que pensaban José Meca y Guillermo Blanes, Gómez Pomares o Rogelio Hidalgo. No era uno más y gozaba de un prestigio en el que todos confiaron. Paco no iba de estrella y siempre se quedaba en un segundo plano, pero supo cantar las cuarenta llegado el momento. Juan Rojas no pudo ver la realidad de su gran obra pero Paquitico en la tierra y él en el cielo le dio a su amigo lo que le pidió: un único Almería para toda la vida y sin vencedores ni vencidos. Cambiaba el panorama del balompié almeriense.
Fichaje
Juan Rojas no le colocó en el Almería y fueron los mismos dirigentes los que le llamaron porque entendían que era un hombre válido para el club. Le ofrecieron cargos directivos pero a Paquitico le gustaba el fútbol de siempre y oler a hierba y a linimento, por lo que eligió ser delegado de equipo y ayudar a entrenadores y futbolistas. Comenzó con Salmerón, luego Casuco, los efímeros Luis Ángel Duque, Fabri, Castro Santos... Hasta que aterrizó Paco Flores y lo cambió todo. Paquitico hizo labores de director deportivo y ayudó en la confección de las plantillas. Casuco confiaba plenamente en su ojo clínico para los futbolistas, y Paquitico buscaba lo mejor de Almería hasta que se plantaron en la Liga Profesional con un ascenso sonado en Pontevedra.
Imprescindible
Paquitico era claro y directo y no le gustaban las injerencias en las tareas. El vestuario era sagrado y cuando llegó Paco Flores conoció a un hombre que vino para cambiar la historia y con él se marchó. Antes, el entrenador catalán dio un ‘Máster’ a Alfonso García de lo que era un club de LaLiga y lo dotó de todo lo necesario para triunfar. Salvó al equipo del abismo en pocas jornadas y luego lo situó a las puertas de Primera División, dejando una plantilla que supo aprovechar Unai Emery para tocar el cielo con el primero de los ascensos. Flores es una persona que te mira a la cara y, como a Paquitico, no le gustan las injerencias. En su hablar claro y directo alguna techa tocó que le apartó de un Almería donde no le dejaron acabar su obra, pero saben todos los almerienses que el Almería moderno llegó con PACO Flores y Paquitico.
Matías Pérez
Cuando salió del Almería tocaba volver a los negocios y a ver fútbol sin tanta presión pero con la misma pasión. Sus ‘colegas’ del Hispania lo pusieron a trabajar en el ‘Memorial Matías Pérez’ y logró juntar a muchas generaciones de futbolistas que llegaban de todos los rincones de España a la gran cita. Los bocadillos de sobrasada, salchichón y chorizo con un botellín de cerveza El Azor salpicaban aquellas reuniones, recordando la figura del desaparecido presidente al que emulaba un Paquitico que dentro del campo y fuera de él derramaba ese señorío que aprendieron los jugadores del Hispania Frente de Juventudes. Paquitico sigue al pie del cañón compartiendo recuerdos de su contribución al fútbol de su tierra por el que derramó tanto sudor en el campo como conocimiento para la Unión porque Juan Rojas lo pidió.
Un hombre clave para la Unión de los dos Almerías.
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