Chuli vuelve a Almería

En la temporada 2015-16, a renglón seguido de un doloroso descenso a Segunda División con Sergi Barjuan a los mandos del Almería, el presidente rojiblanco, Alfonso García Gabarrón, tiraba de talonario y sorprendía en la categoría pagando traspasos a diestro y siniestro. Ya era una estrella en el Recreativo de Huelva cuando firmó por un equipo que buscaba el regreso a Primera. Llegó del Real Betis previo pago de medio millón de euros y dos años después lo vendió al Getafe por 700.000 euros. No hubo un futbolista que ilusionara más a la afición que Chuli por su velocidad y desborde. Vinieron luego otros bien pagados pero no ‘pitaron’ tanto como un Chuli, que no acabó de triunfar en el Almería. Los cambios de entrenadores y la marcha deportiva del equipo le pesaron mucho y entró en un estado de desencanto que le impidió brillar como lo hizo en sus clubes anteriores. Alfonso esperaba mucho de aquella plantilla que acabó salvando por los pelos la categoría.

Tuvo cuatro entrenadores esa temporada porque a Sergi le daban pasaporte para firmar a Joan Carrillo (ahora ayudante de Rubi), luego llegaría Pipo Gorosito y a falta de cuatro jornadas se sentaba en banquillo un Fernando Soriano, que a lo Unai Emery en el Lorca pasaba del campo al banquillo en un plis plas. Y todo ante la mirada de asombro de un Chuli Vázquez que llegaba para comerse el mundo y si bien nunca pasó inadvertido, quedó lejos de sus habilidades futbolísticas.

Calidad

Cuando llegó al Almería ya era un futbolista que había conocido la Primera División con el Betis y en el Decano se ganó un nombre en la categoría de plata. Tenía una media de goles importante y los entrenadores no dudaban en darle libertad de movimientos en ataque porque era buen pasador y si entraba en el área disparaba. Fue titular con todos los técnicos porque se lo daba su calidad y tras dos temporadas en el Almería salía con destino a otro Primera como el Getafe donde siguió su carrera deportiva. No triunfó en Almería pero fue feliz con el cariño de la gente pese a que se le pedía mucho en el campo.

Plantilla

Se quedaron muchos de los jugadores que bajaron con Sergi entre los que estaba el mítico Kalu Uche, con el que se entendía dentro y fuera del campo Chuli Vázquez. Los que había y los que llegaron no hicieron un núcleo duro en el vestuario y eso se notó porque pasó la temporada con más pena que gloria. Alfonso García con el talonario en la mano firmó a Iago Díaz (Lugo), Montoro (Recreativo), Eldin (Real Zaragoza), Casto (Las Palmas), Morcillo (Rayo Vallecano), Chuli (Betis), Fatau (Granada), Cuéllar (Norwich City), Cristian Herrera (Elche), Lolo Reyes (Real Betis) y Pozo (Manchester City). Una plantilla en Segunda con futbolistas de Primera División.

Ambiente

Alfonso García era especialista en fichajes pero la tarea de hacer vestuario se escapaba a su cometido y la clave de salvar los muebles en la última jornada llegó por la falta de unión entre los futbolistas que cobraban como pocos pero no lograron el grado de compromiso para poner al Almería en el camino de Primera. Se salvó de ‘chiripa’ y Chuli entró en zona de nadie sin brillar según lo esperado y aportado al equipo de forma intermitente sin la debida continuidad. Lo intentó todo como buen profesional pero aquella temporada estaba condenada al fracaso. Dejó su huella de buen profesional y se marchó para siempre.

Ahora regresa para medirse al filial con la camiseta del Orihuela.