El Seco del Olivo es una montaña submarina rodeada de picos de origen volcánico situada a 14 millas al sudeste de Adra. Según destaca la página web de la red Natura 2000, las fuertes corrientes que varían a lo largo del día “contribuyen a crear las condiciones para el establecimiento en la zona de una fauna y flora extraordinariamente diversas”. Pero su nombramiento como LIC (Lugar de Interés Comunitario), para lo que se comenzaron los trámites el pasado enero, con la intención de proteger a unos, sería el fin para otros. El sector de la pesca tradicional avisa de que “el Puerto de Roquetas tendrá que cerrar”.
El presidente de los armadores, Antonio Rodríguez, declara que este mismo aviso se ha trasladado ya a las distintas administraciones, pero la preocupación va creciendo en Roquetas. “Afectaría también a los Puertos de Almería y Adra, pero sobre todo a nosotros, a la pesca tradicional”, explica.
Poca incidencia Rodríguez defiende que la incidencia que la actividad de los roqueteros puede tener en el espacio es mínima: “Algunos días pueden coincidir allí tres embarcaciones, siempre de pesca artesanal, nada de arrastre, pero otros días quizá ninguna”. Sin embargo, la amenaza que supondría dejar de pescar allí es muy grave.
Rodríguez se refiere entonces a la competencia del país vecino, Marruecos. “Para un Puerto de Castellón o Mallorca, no afecta tanto dejar de pescar en una reserva; para los almerienses sí, porque a pocos metros, lo hacen los marroquíes, que no tienen reservas”, explica.
Inquietudes Pero la amenaza del nombramiento LIC no es el único problema al que se enfrenta el sector artesanal. En los últimos dos años, se van acumulando medidas que no hacen más que dificultar la actividad de los 35 barcos de Roquetas.
La primera de ellas son los horarios establecidos para sus salidas y entradas del Puerto. “El problema está de noviembre a febrero, cuando el horario de salida está en las cinco de la mañana. Como nuestros barcos son pequeños, tardamos casi tres horas en llegar y hay que soltar la red una hora antes de que amanezca”, algo que se hace imposible esos meses, denuncia Rodríguez.
Por otro lado, los pescadores han solicitado en múltiples ocasiones permiso para poder descargar en el puerto de Almerimar, como realizan otros barcos de Balerma. “Sería un refugio para los más pequeños que, en un cambio de viento, tardan demasiado en volver a Roquetas”.
También se quejan de que desde hace cuatro años, la talla mínima del besugo se situó en 33 centímetros para el Mediterráneo. “Pedimos que se baje a 25, como en el Atlántico, porque además, las especies del Mediterráneo son todas más pequeñas que allí”.
El PSOE roquetero, que visitó el Puerto hace unas semanas, se comprometió a insistir ante la Junta para resolver alguna de estas cuestiones. “Nos preocupa mucho este sector y vamos a trabajar por ellos”, comenta Manolo García, secretario general dela agrupación.
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