Protegido por Sierra Nevada y Sierra de Gádor, Rober Ayala y María del Mar Fernández se hicieron en el año 2012 con un pequeño viñedo ubicado en Fondón para crear lo que hoy se conoce como la bodega Pura Vida. En esta finca ubicada a 850 metros de altura cultivan uva garnacha plantada en el año 2000, a lo que se suma el viñedo de Macabeo también plantado en el año 2000 que crece a 1000 metros de altura en Laujar.
Regado a su curso por el río Andarax, la bodega más pequeña de la provincia de Almería produce anualmente alrededor de 4.000 botellas de vino 100% natural, aspecto que la diferencia del resto de las bodegas.
Para conseguir el sabor característico de este vino natural, Rober y María del Mar intervienen lo mínimo en su producción. Totalmente comprometidos con el medio ambiente, y la salud alimentaria, no usan productos químicos, no riegan, no clarifican, no filtran, el abono son los desechos de la vendimia y el ganado que meten para desbrozar y no labran, para mantener así el equilibrio y estructura del suelo.
Cuando la uva está en su momento justo de azúcar y acidez seleccionan a mano y pasan a la bodega, donde la única máquina que interviene es la despalilladora. Después, se prensa manualmente y todo pasa a los bidones de fermentación de acero inoxidable. Con decantaciones y las bajas temperaturas de la bodega se van precipitando las sustancias en el fondo, hasta que, finalmente, descuban un par de veces para dejar solo el vino.
En definitiva, sus trabajos en Bodega son totalmente artesanales desde la recogida de la uva hasta el etiquetado y encorchado de las botellas. Esto, añadido al clima con pocas precipitaciones, muchos días de sol y grandes cambios de temperatura entre el día y la noche, tienen como resultado el único vino 100% natural de la provincia producido por la Bodega Pura Vida.
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