Responsabilidad y hostelería para el primer sábado de ‘no-Feria’ del mediodía

Contenido patrocinado por RESTAURANTE REAL 31

La incertidumbre de los días previos y los augurios de los más pesimistas se vieron desactivados con la actitud de almerienses, visitantes y hosteleros en un día clave para el devenir de las próximas jornadas: el primer sábado de ‘no Feria’ del mediodía ha sido un éxito por muchas y muy  variadas razones.

En primer lugar, nadie pudo quejarse de masificaciones: ni la calle era un río agobiante de gente ni los bares y locales de ocio presentaban un aspecto preocupante en estos tiempos de pandemia que nos han tocado vivir.

Pero, al mismo tiempo, los almerienses no renunciaron a hacer lo que procede en una fecha como esta: salir a la calle y disfrutar. Ya fuera con plan taurino, de Recinto Ferial o musical más tarde (las opciones de ‘no Feria’ eran casi infinitas este sábado), los almerienses salieron a la calle a mediodía para disfrutar, con responsabilidad de tapas, raciones y digestivos para celebrar que a finales de agosto de 2021 ya puede haber algo que, sin ser Feria propiamente dicho, es mas Feria que lo de 2020 (y menos que lo de 2022, seguramente).

Locales

Lugares clásicos de la gastronomía almeriense han sido los elegidos por los de aquí y los muchos visitantes que conocen en estos días la ciudad de Almería para disfrutar de este extraño y atípico sábado de ‘no-Feria’.

Así, rincones con encanto como la terraza de Casa Sevilla, lugares emblemáticos como el Capitol de la Plaza de los Burros, apuestas gastronómicas imbatibles como La Plazuela o Real 31 y, cómo no, sitios con vistas asombrosas como Ático HO han funcionado a pleno rendimiento para dar lo mejor de siempre en una fecha irrepetible: el primer sábado en el que se puede disfrutar de algo relativamente parecido a la normalidad de una Feria.

Con presencia policial en las calles del centro para evitar aglomeraciones o incumplimientos en plena pandemia, el mediodía se ha desarrollado sin incidentes y con diversión. A lo sumo, con algún accidentado golpe  como consecuencia de la clásica ingesta de bebidas propias de la Feria (por muy ‘no Feria’ que sea): “Madre mía, Lidia”, se escuchaba a media tarde en un rincón de las ‘cuatro calles’, “qué porrazo me he metido”. Mejor eso que un contagio por incumplir normas, desde luego.

Y mañana, domingo, Almería tiene como reto demostrar que lo del sábado no ha sido una ilusión: la ‘no Feria’ de Almería vive su primer fin de semana de mediodía desde la responsabilidad.