Las calles de Benizalón se enfrentan un reto que amenaza a gran parte de la población rural de Almería en particular y de todo el territorio nacional en general: la despoblación.
Conscientes de ello, ponen en marcha la maquinaria de la innovación, de las ideas y del ingenio para luchar contra esto. Sabedores de que necesitan ayuda, no dejan de proponer y reivindicar lo suyo: una fantástica naturaleza que puede ser la piedra angular de la estrategia para los empleos del mañana, ya que pone en valor su territorio y alrededores y, además, permite una elevada calidad de vida con un clima magnífico.
En la actualidad, este reto pasa porque los jóvenes no emigren a los núcleos urbanos en búsqueda de trabajo, sino que el propio pueblo sea capaz de generar el empleo necesario para que sus ciudadanos puedan “ganarse la vida” y, por consiguiente, enriquecer al pueblo y a sus familias, una cadena absoluta.
El municipio
Benizalón es un pequeño pueblo de Almería con una población de 262 habitantes actualmente, con una elevación de 936 m sobre el nivel del mar, rodeado por los montes: Picachón, Monteagud y Magregorio, de donde podrán contemplar la belleza paisajística de la Sierra de Los Filabres. Entre las propuestas para luchar contra la “España Vacía” destacan las siguientes: talleres de empleo, subvenciones y propuestas de valor del medio natural, y privilegiado en el que se encuentra. De esta forma, pretenden poder mantener y atraer a familias para que no se cierre el colegio, tengan trabajo los parados y, en definitiva, que el pueblo siga teniendo vida.
Economía
Tradicionalmente, y aún en la actualidad, la economía del lugar se basa fundamentalmente en el cultivo del almendro, el olivo, la vid y las huertas para uso propio de los habitantes. En cuanto a la ganadería, aún se crían cabras, gracias a los excelentes pastos de la zona, para la obtención de leche y carne, y se mantiene la tradición de realizar matanzas de cerdo en invierno para obtener las viandas que durarán para toda la estación. También existen panales para la elaboración de miel.
La cerámica y la ebanistería han sido popularmente las dos fuentes que ha tenido la artesanía de la zona. El fin principal es la decoración rústica y la fabricación - restauración de muebles. Las labores en esparto y en madera son las más típicas en el pueblo.
Gastronomía
La gastronomía de Benizalón es digna de mencionar; además de quesos y el aceite de la tierra, no podemos dejar de nombrar los embutidos de la matanza, los ajos y las especias. Los turrones, realizados con miel y almendra de la misma localidad, y las mermeladas son dignas de renombre. En cuanto a platos calientes destacan: migas, puchero, caldo de huevos, gurullos (pasta de harina, agua y aceite que se desmenuza formando granos), acelgas esparragadas, remojón, pelotas, choto a la pastoril, trigo guisado, fritada de sangre y hornazo. Dulces: roscos de aguardiente, roscos de naranja, almendrados y suspiros.
El motor para el futuro: el turismo sostenible
El turismo tradicional se prevé como el motor del futuro económico, no solo de la localidad, sino más bien de toda la zona interior de la provincia almeriense. Una buena infraestructura turística y un buen uso de los recursos, tanto históricos como naturales, podrán sobrevalorar una comarca con calidad medio-ambiental, tranquilidad y belleza paisajística.
Este es, sin duda alguna, el gran objetivo de Benizalón para el futuro, puesto que cuenta con un medio natural absolutamente privilegiado. Su riqueza natural puede ser el motor que propulse la llegada de turistas y de nuevos curiosos que vean en esta tierra un lugar en el que invertir y poder realizar su medio de vida en Los Filabres.
Para los grandes amantes de la naturaleza, la flora y la fauna de Andalucía, este es un enclave único, un diamante en bruto que encontrará su camino de la mano de potenciar su ubicación en el mapa.
Para Benizalón, y para muchos pueblos más, la mejor forma de combatir la despoblación, generar empleo y atraer visitantes es defender un medio de vida respetuoso con el medio ambiente, que ayude a paliar los efectos del cambio climático y que ofrezca, en definitiva, calidad de vida.
Juan Sánchez Velasco: Un hijo adoptivo del municipio
Juan Sánchez Velasco, nacido en Benizalón hace ya más de 91 años. Vive en Barcelona, pero mentalmente (como él dice) reside en Benizalón, “mi querido pueblo al que tanto añoro, y del que he aprendido a llevar y a inculcar un modelo de buena humanidad por bandera”.
Juan se desplaza varias veces al año desde la gran ciudad condal a este pequeño paraíso natural, donde se respira paz y tranquilidad. Juan es un hombre afable que se ha ganado el cariño y el respeto de toda la sociedad de Benizalón.
Como hemos mencionado con anterioridad, reside en Barcelona, otra ciudad Mediterránea, pero, siempre que puede, a Juan le gusta escaparse a Benizalón para disfrutar de sus calles, de sus senderos, de su magnífica gastronomía y, por supuesto, de sus gentes.
Juan es el ejemplo perfecto de lo que necesita Benizalón para el futuro, embajadores repartidos por la totalidad de la geografía nacional e internacional que hablen bien de este precioso municipio de la provincia de Almería. Benizalón quiere recibir visitas, porque después regresan seguro.
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