Pocos municipios de interior poseen unas características tan peculiares con las que cuenta Serón. A más de 800 metros de altitud y a casi 100 kilómetros de Almería capital, podría pensarse que se trata de un lugar apartado, venido a menos y con pocas posibilidades. Sin embargo, Serón es todo lo contrario. Esta localidad es una de las que más solera tiene de la provincia, y no solo por sus archiconocidos productos gastronómicos que encandilan al comensal de todo el panorama nacional.
Con una climatología muy especial y unas condiciones que lo hacen único, Serón se asienta en la cara norte de la Sierra de los Filabres y cuenta con agricultura, ganadería, naturaleza e, incluso, astronomía gracias al Observatorio de Calar Alto. Conceptos, todos ellos, que se están agrupando desde el Ayuntamiento con el fin de potenciar la idea de que “en los pueblos también se puede vivir”, un mensaje que quiere evitar la despoblación y hacer que la sociedad valore lo mucho que son capaces de ofrecer este tipo de enclaves de interior.
Acabar con la estacionalidad
Si algo quieren combatir desde el Ayuntamiento de Serón es esa estacionalidad que hace que el turismo solo sea cosa de una época del año. “Tener planes estratégicos para avanzar de la mano del turismo es fundamental para municipios como el nuestro, pero para que haya empresas locales que vivan del turismo necesitamos mejores infraestructuras en nuestro término municipal, y eso solo se consigue con el apoyo de las Administraciones”, señalan desde el Ayuntamiento.
Para intentar terminar con la estacionalidad, desde el municipio se están fomentando rutas como las que conducen hasta el Observatorio de Calar Alto, un lugar único en la provincia de Almería que cada año atrae a miles de visitantes no solo en busca de vistas inigualables o de poder conocer el firmamento más a fondo, sino también de contemplar las espectaculares nevadas que cada invierno tiñen de blanco toda la zona, disfrutando de un día de montaña y aire libre.
Menas de Serón Pero, sin duda, uno de los mayores reclamos del municipio es el poblado de las Menas de Serón, cuyo Centro de Interpretación de la Minería y el Parque Forestal se encuentran cerrados al público a expensas de que la Junta de Andalucía vuelva a reactivarlos para volver a atraer turistas a este enclave cuyos yacimientos ferrosos fueron los más importantes y productivos de la provincia de Almería durante más de medio siglo y que cerró sus puertas en 1968.
Son solo algunos de los puntos de interés que tiene un municipio que mira al futuro con la incertidumbre de saber que hay aspectos que no dependen de sus vecinos o de su Ayuntamiento, pero también con la seguridad que otorga el ser consciente de que constituyes uno de los enclaves más especiales de la provincia de Almería, y es que Serón es tradición, gastronomía, naturaleza y belleza. No todas las localidades pueden presumir de ello. En los pueblos también se puede vivir.
Un referente gastronómico a nivel nacional
Si por algo es conocido Serón es por sus magníficos productos. Embutidos, quesos, carnes o vinos forman parte de una tradición gastronómica que no tiene parangón en Andalucía. Pasear por el municipio es sinónimo de encontrar algunas de las mejores firmas de embutidos del panorama nacional, y es éste otro de los grandes reclamos con los que cuenta la localidad, además de ser uno de los principales motores económicos para los seroneses.
Lugares como Sabor Propio, espacio gourmet creado por el Ayuntamiento de Serón y diversos empresarios locales, han servido para poder aglutinar diversos productos de todo tipo, siendo uno de los principales lugares de interés para el visitante. Este establecimiento está situado en pleno centro del pueblo y es una muestra de la calidad que envuelve a los productos de Serón. El establecimiento, gestionado por la Asociación de Empresarios Cárnicos, atiende las necesidades de los turistas, vecinos y visitantes en horario de viernes a domingos y a demanda de grupos y necesidades. Una iniciativa que está funcionando muy bien para potenciar a las empresas locales.
José Domene Domene: Multitarea cuando nadie podía salir de su domicilio
El confinamiento fue complicado para todo el mundo, pero fue en los pueblos pequeños donde las cosas se complicaron algo más. La falta de servicios y la avanzada edad de buena parte de los vecinos hicieron que figuras como la de José Domene, Policía Local de Serón, cobrasen especial importancia. Un grupo de mujeres del municipio se dedicó a confeccionar mascarillas de forma voluntaria con los pocos materiales de los que disponían y el agente fue el encargado de repartirlas por todos los domicilios. Pero no fue lo único que José hizo. El Policía Local se encargó del control del movimiento de gente en la localidad, repartió geles hidroalcohólicos por los establecimientos y se desvivió por los vecinos llevando a cabo tareas como entregar bolsas de comida a aquellos que no podían ir a comprar. Un hito, sobre todo, teniendo en cuenta que José es el único Policía Local del pueblo, por lo que no pudo dejar de lado en ningún momento sus competencias habituales. Una forma de multiplicarse cuando los vecinos de Serón más lo necesitaban.
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