Las calles de Abrucena son testigo del paso de los años de un pueblo con encanto situado en Los Filabres-Tabernas y a las faldas de Sierra Nevada. Arropado por montañas, los abruceneros miran al futuro con la incertidumbre de un niño en su primer día de colegio. Con intriga, pero también con ilusión y esperanza.
Turismo rural
Desde el Consistorio aseguran que el turismo es uno de los principales sectores de la economía mundial. Favorece el desarrollo y el crecimiento económico de las zonas rurales, como Abrucena, lo que demuestra que, a pesar de la crisis, el turismo es un motor clave para la economía, manteniéndose las expectativas para los próximos años.
El turismo actual se caracteriza por su creciente capacidad de elección, por tanto, el turismo que se realiza no es un simple desplazamiento en un lugar donde hay algo, sino una actividad más compleja y participativa, asociado a la cercanía de la naturaleza y a un entorno saludable, vinculadas a la sostenibilidad.
Apuesta
En Abrucena apuestan por el desarrollo de un tipo de turismo sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Por ello, entre su hoja de ruta para el futuro sobresale la intención de hacer de Abrucena un municipio de turismo ecológico y de calidad. Planean ofertar un producto turístico que atraiga, permita desarrollar una visión colectiva para difundir y captar ideas y, muy importante, movilizar recursos para los turistas que decidan ir a pasar unos días a este paraíso rural y natural de la provincia de Almería.
Además, en Abrucena también destacan por el buen trato de sus gentes, su gastronomía, sus senderos y, sin lugar a duda, sus tradiciones artesanales y agrícolas. El aceite de Abrucena, natural y puesto a punto en su propia almazara, es uno de los que poseen un mejor sabor de toda la provincia de Almería. En definitiva, para que el futuro en Abrucena traiga buenas noticias es necesario unir tradición, innovación y calidad en la fórmula que permita tener en el turismo rural un motor económico.
José Martínez Latorre: Un hombre que mantiene la tradición por la artesanía
Afortunadamente en Abrucena aún existen artesanos, uno de ellos es José Martínez Latorre, nacido en 1938, natural de Abrucena. Mantiene la tradición del esparto en este pueblo dando clases a los vecinos que estén interesados, muy orgulloso de enseñar también a sus nietos, todo un maestro de los suyo. José anima a la gente más joven a aprender.
Creció rodeado de esta tradición que ha querido transmitir para que pase de generación en generación, gracias a su paciencia y tesón. Su padre y su abuelo también fueron artesanos del esparto natural, le viene de familia.
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