Las calles de Alicún quieren volver a verse repletas de personas, de niños, de jóvenes que encauzan sus vidas y se labran un futuro dentro de su término municipal. Quieren un Alicún en el que su icónica balsa vuelta a estar funcionando. Un lugar en el que haya empleo y las personas más jóvenes pueden desarrollar ahí mismo, en su pueblo, en sus raíces sus proyectos de vida.
Para ello desde el Consistorio trabajan a diario para revertir la situación y poner en valor el patrimonio histórico y natural de Alicún, que no es poco y ostenta una riqueza notable en registros naturales.
Retos
No descubrimos ningún secreto si hablamos de que los grandes retos a los que se enfrenta Alicún en el presente y que, seguro, marcarán su futuro son la despoblación y la gestión del agua.
En el primero de los casos, el reto es mayúsculo pero, no por ello, imposible. Máxime si repasamos la historia del municipio en la que no ha hecho otra cosa que sortear dificultades y labrarse una identidad propia repleta de valores como el esfuerzo, el respeto y la convivencia entre sus vecinos.
Por otro lado, sabemos que Almería es la ciudad de Europa con más horas de sol al año y, y este dato no es tan positivo, una provincia en la que las precipitaciones se reciben como si lloviese oro del cielo, el oro líquido que denominan desde el mundo de la agricultura.
Una cosa es imperial, si renace el agua, si vuelve, todo crece a su alrededor y se convierte en vida. En Alicún son muy de aprovechar hasta la última gota y, año tras año, dan una lección de cómo optimizar al máximo los recursos naturales y no naturales de los que dispone.
Para la receta que otorgue un futuro esperanzador para Alicún, no podemos perder de vista el turismo rural. Además, esta es una fuente de ingresos al alza y que las economías locales agradecen, puesto que la mejor manera de poner en valor y dignificar su patrimonio es recibiendo a turistas que conozcan su historia y paseen por sus senderos para apreciar el medio natural.
María llobregat Martínez: Una mujer todoterreno que siente pasión por su tierra
María Llobregat Martínez es una mujer de su tiempo, de su tierra y de sus costumbres. Una de las vecinas más queridas del pueblo, pues siempre está dispuesta a echar una mano y es todo un todoterreno.
María es la clásica ciudadana a la que todo el mundo en el pueblo acude cuando necesitan algo. Con su carácter y su saber estar se ha ganado a lo largo de los años a todos los vecinos del pueblo.
Sirvan estas pequeñas líneas para homenajear a una de las mujeres más ilustres del pueblo de Alicún y para mostrar todo el cariño que su tierra le tiene.
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