Vélez-Blanco es uno de los municipios más bonitos de toda Andalucía. Y no solo por su espectacular Castillo o por sus casas blancas que forman estrechas callejuelas, sino por el entorno en el que se asienta, en la comarca de Los Vélez, aislada de grandes núcleos y que respira tranquilidad por sus cuatro costados.
Hasta este pueblo acuden cada año miles de visitantes que aprovechan para descubrir el resto de localidades de la zona al tiempo que se quedan embelesados con la imponente imagen que ofrece Vélez-Blanco, descansando bajo ese castillo renacentista que se divisa desde buena parte de la comarca.
Consciente de los encantos que posee el pueblo, el Ayuntamiento de Vélez-Blanco presentó hace un tiempo el Plan de Estrategia Turística y, tras más de un año trabajando y dándole forma, ha llegado el momento de desarrollarlo. “Estamos llevando a cabo algunas acciones enfocadas a atraer turismo rural, muy importante para nosotros y, al mismo tiempo, estamos buscando financiación a través del Ministerio de Turismo”, explican desde el Consistorio egetano.
Cuidando el pueblo
Al mismo tiempo, son varios los operarios que cada mes ponen a punto diversos enclaves del pueblo, embelleciéndolo y haciendo que permanezca en las mejores condiciones posibles para los vecinos y los visitantes que recibe.
Si por algo se distinguen los municipios que componen la comarca de Los Vélez es por el cuidado que les caracteriza, con sus calles limpias, su patrimonio intacto y la historia que encierran. Además, la hospitalidad de sus vecinos es otro de los condicionantes que hacen que visitar esta región de la provincia de Almería sea diferente.
El Castillo de Vélez-Rubio, que data del siglo XVI, es la gran joya arquitectónica de la comarca, pero no se puede olvidar la Cueva de los Letreros, en el mismo término municipal, lugar donde se descubrió el símbolo más característico y reconocido de la provincia, el indalo. Una historia que hay que descubrir.
Un alemán que se enamoró de Vélez-Blanco
La comarca de Los Vélez se vistió de luto en el mes de julio cuando, de forma repentina, falleció Dietmar Roth, historiador y exconcejal del Ayuntamiento de Vélez-Blanco, así como una persona querida y muy involucrada en la comarca. Este alemán se enamoró del pueblo nada más llegar hasta el punto de involucrarse en la historia del mismo o en su gestión, llegando al Ayuntamiento con la anterior corporación municipal. Hijo adoptivo de la localidad, título que portaba con orgullo, llevaba a cabo numerosas aportaciones. Por eso, su pérdida sigue siendo muy dolorosa para todos los egetanos.
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