El gentío aclama a los titulares de Pasión

Desde mucho antes de abrirse las puertas de Santa Teresa esta tarde de Lunes Santo un gentío abarrotaba las inmediaciones: había una gran expectación por ver de nuevo a las imágenes del Señor de Salud y Pasión y de su Madre de los Desamparados.

Mientras, en el interior del templo, también lleno de cofrades y costaleros, el diputado, Ricardo Salvador, ordenaba el cortejo antes de salir a la calle para hacerlo posteriormente con mucho orden y en silencio; de la misma manera en que transcurrió el resto del cortejo procesional por las calles. Pasión se lució una vez más realizando una gran estación de penitencia y de manera especial en todo el tramo de la nueva carrera oficial por el casco histórico, llevando los cofrades en su memoria a aquellos que este año no pueden acompañarles, por haber desaparecido o por enfermedad. 

Tras salir a la calle la cruz guía, nazarenos y demás, el paso del Señor de Pasión iniciaba su salida hacia la calle echando de menos al que ha sido durante muchos años su capataz, Miguel Sagredo, que este año por motivos de salud no podía acompañarle, pero no faltó su compañero de toda la vida, Manuel Márquez, con nuevas incorporaciones. 

La imagen lucía por primera vez una túnica bordada sobre terciopelo de hilo de oro, bordada por Javier Barranco, así como unas potencias en plata bañadas en oro realizadas por Manuel León, donada por la Casa Sacerdotal con la inscripción al dorso “Pide protección para los sacerdotes veteranos”.

Mientras que la Virgen de los Desamparados estuvo vestida por primera vez en procesión por Francisco Garvi y lucía una cruz de pectoral regalada por Estudiantes con motivo de su 25 aniversario.